En poco más de una semana de guerra entre Israel y el grupo Hamás, 12 periodistas han muerto en el ejercicio de la profesión, según recuentos de organizaciones de protección a la prensa.
Por Voz de América
Estas vienen alertando del alto costo para los periodistas que ha traído consigo la escalada de la violencia entre las fuerzas israelíes y Hamás, que ha dejado ya unos 4.000 civiles fallecidos y miles de heridos en ambas partes.
El Comité de Protección de Periodistas (CPJ) actualizó este lunes la lista de fatalidades en la prensa al cotejar datos de todos los frentes abiertos desde el 7 de octubre, que empezó la escalada bélica en la Franja.
“Hasta el lunes 16 de octubre se había confirmado la muerte de 12 periodistas: 10 palestinos, un israelí y un libanés. El CPJ también investiga denuncias de periodistas heridos, arrestados o amenazados, así como daños a múltiples oficinas de medios de comunicación”, apuntó la organización con sede en Nueva York.
El CPJ dice que el actual contexto de guerra expone a los periodistas -sobre todo en la Franja de Gaza- “a riesgos particularmente altos cuando intentan cubrir el conflicto frente a un asalto terrestre de las tropas israelíes, devastadores ataques aéreos israelíes, interrupciones de las comunicaciones y extensos cortes de energía”.
La escalada inició el pasado 7 de octubre con un ataque sorpresa por parte de militantes de Hamás contra civiles israelíes en asentamientos en la franja de Gaza y dentro del territorio israelí. Además, secuestraron a más de un centenar de personas y desde entonces la violencia ha ido en aumento tras la respuesta de Israel de destruir a la agrupación, considerada como terrorista por Estados Unidos desde 1997.
Llamado a respetar insignias
Ante los numerosos reportes que responsabilizan de la mayoría de acciones fatales al bombardeo israelí, el CPJ urge proteger a los periodistas al ser estos civiles dedicados a realizar una labor “de importancia”.
También porque en algunos casos los disparos lanzados por las fuerzas israelíes han impactado en personal de la prensa debidamente identificado, con todas las insignias, como lo que ocurrió el viernes con un proyectil israelí lanzado contra un convoy de la prensa en la frontera con Líbano, donde pereció el periodista Issam Abdallah, camarógrafo de la agencia Reuters, y resultaron heridos otros de sus colegas.
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