Los adelantos del libro de memorias de Britney Spears, The Woman in Me, siguen llegando a tan sólo unos días que este esperado material llegue a las tiendas. La nueva revelación, compartida por The New York Times, se remonta a los días de exceso de Britney, antes de que la tutela de su padre le prohibiera incluso tomar café.
Por Infobae
Según el libro, Britney nunca fue fanática de las drogas fuertes como la cocaína o el éxtasis, además de que el alcohol “nunca fue un problema para ella”. Sin embargo, había cierta droga de la que Spears disfrutaba más que todas: el Aderall, un medicamento recetado que se usa para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tanto de niños como de adultos.
La cantante asegura que el medicamento hacía que, por un rato, los pensamientos depresivos no la invadieran, y de esta forma, podía convivir con el resto de personas sin problemas.
“Lo que me parecía mucho más atractivo era que me daba unas horas para sentirme menos deprimida”.
En el momento más complicado de su vida, cuando los tabloides seguían cada paso que daba, Britney era vista constantemente con otras dos chicas que generaron una enorme controversia: Lindsey Lohan y Paris Hilton. De este trío de celebridades se dijo toda clase de cosas, pero Britney asevera que “Nunca fue tan salvaje como lo pintó la prensa”.
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