(Washington, Estados Unidos) El presidente paraguayo Santiago Peña no tiene problema en mostrarse como un gran aliado de Lula da Silva pero a la vez criticar sus posiciones sobre Venezuela. Tampoco en ir al choque a través de los medios con el ministro de Economía y candidato presidencial argentino Sergio Massa, sobre quien dijo que “seguramente no le compraría un auto usado”, pero a la vez hablar con él en privado después de eso y bromear sobre el episodio para bajar las tensiones.
Por infobae.com
Por eso mismo, tampoco tiene problema viajar a Estados Unidos por segunda vez en sus primeros 60 días de gobierno para extender los lazos de “una relación muy importante”, pero a la vez reconocer que el documento reservado de Estados Unidos que se filtró, en el que se cuestiona la corrupción en Paraguay “generó un daño muy importante en la relación” entre ambos países.
En ese documento reservado, el Departamento de Estado señala a la corrupción como un “componente clave” para el futuro de la administración del flamante presidente y señala que Peña debe elegir entre el gobierno de EEUU y el ex presidente Horacio Cartes, a quien el gobierno de Joe Biden acusa de corrupción.
Peña llegó a la capital de Estados Unidos para una intensa agenda de tres días que incluye actividades en think tank’s, una gala en una organización de temas ambientales y muchas reuniones en el Congreso. El presidente de Paraguay no fijó ningún encuentro con autoridades del Departamento de Estado ni de la Casa Blanca, de donde han salido la mayor parte de los dardos para Cartes, su padrino político.
“Paraguay por mucho tiempo mantuvo únicamente una relación con el Departamento de Estado y con el Departamento del Tesoro como los principales canales de comunicación con el gobierno americano y nunca desarrollamos relaciones con el Congreso. Así que tomamos la decisión de dedicarle más tiempo a eso”, dijo Peña en diálogo con Infobae en Washington.
En la entrevista, el presidente paraguayo también habló sobre sus diferencias con el gobierno de Argentina, la sintonía que encontró con Lula y la preocupación por el avance de China en la región.
“Me preocupa la influencia de China porque viene de la mano de la debilidad de muchos países de la región”, dijo. “Lo hemos visto en Venezuela: la influencia vino como consecuencia de la debilidad económica de Venezuela. Lo estamos viendo en Argentina, con una influencia creciente tremenda sobre activos muy importante que no solamente ponen en riesgo la Argentina, sino también a toda la región. Entonces a mí me preocupa de manera importante”, dijo Peña.
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