Cuando los venezolanos escuchan la palabra fraude de inmediato la asocian a resultados en procesos de elección organizados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el control de los rectores del régimen de Nicolás Maduro, que no actúan como lo manda la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en su artículo 294, que expresa textualmente: “Los órganos del Poder Electoral se rigen por los principios de independencia orgánica, autonomía funcional y presupuestaria, despartidización de los organismos electorales, imparcialidad y participación ciudadana; descentralización de la administración electoral, transparencia y celeridad del acto de votación y escrutinios”. Pero ahora resulta que aquellos que han sido señalados por cometer fraudes electorales (como el denunciado por Smartmatic en 2017), endosan el término de fraude a quienes organizaron la elección primaria de este 22 de octubre, que en realidad marcó un hito en Venezuela y que rompió toda clase de pronósticos por el elevado número de electores que participaron, a pesar de tantos ataques y obstáculos. Abro un paréntesis para felicitar y dar gracias al Dr. Jesús María Casal, presidente de la Comisión Nacional de Primaria (CNP) y a su equipo que, contra viento y marea, la llevaron a puerto seguro; a los que trabajaron en los centros y mesas electorales, a los venezolanos que salieron a votar para ser parte de este grito de democracia y libertad. Por su puesto, también a la ganadora María Corina Machado y al resto de candidatos que intervinieron con talante democrático en el proceso.
Los invito a que tengamos presente el mensaje de esperanza y de lucha de María Corina: “Yo he recibido un mandato el pasado domingo, que nos obliga a luchar sin descanso para lograr la derrota de Nicolás Maduro y el régimen, en elecciones presidenciales limpias y libres en el 2024. Yo quiero que los venezolanos tengan una certeza: nuestra victoria en las elecciones presidenciales del 2024 es un hecho. Lo que nos toca ahora es despejar la ruta”.
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Es menester explicar a los venezolanos porque son falsos los argumentos contra la primaria que hoy esgrimen los verdaderos amos del fraude, porque a través de su aplicación no quieren dejar de regir el destino político en Venezuela. Lo que establece el 293 constitucional y que le corresponde al CNE es la organización de elecciones de gremios, sindicatos y organizaciones con fines políticos y en lo que se refiere a estas últimas cuando se establece la obligación o necesidad de seleccionar por la vía popular un candidato presidencial o un órgano del poder popular debe intervenir el CNE. En el caso de la primaria, no está obligada una Plataforma Unitaria, porque se trata de una organización integrada por partidos políticos y entes de carácter social que, de acuerdo a una reglamentación, establecen un medio de votación a lo interno. En otras palabras, de acuerdo a lo que establece el artículo 293 de la CRBV no era una obligación recurrir al CNE para realizar la primaria.
El fiscal Tarek William Saab, por otro lado, ha violado el principio de la imparcialidad y de la independencia con la apertura de una investigación contra la primaria. No olvidemos que este es un sistema donde los Poderes Públicos controlados por agentes de Nicolás Maduro no cumplen con la función de prestar los servicios que son competencias de cada Poder Público, sino de preservar en Miraflores a Maduro, así sea fracturando cualquier norma constitucional y legal.
Nos encontramos ante una posible judicialización de la primaria y esto es muy peligroso, porque significaría además la implosión del Acuerdo parcial de Barbados. En el documento firmado en Barbados se establece que las partes quedan en libertad para la selección de los candidatos para el proceso electoral presidencial de 2024. Esta selección puede ser en concenso o de acuerdo al procedimiento que se hizo y que colocó a María Corina Machado en ese rol.
Recordemos que la CNP solicitó el apoyo al CNE en especial para permitir que el proceso se desarrollará en liceos, escuelas y centros donde se han llevado a cabo elecciones pasadas, pero esto no se concretó. Y también en el empleo de las máquinas de votación para hacerlo automatizado, pero hasta ahí. Eso tampoco fue posible.
Otro elemento es que nadie debe ser perseguido por actuar bajo el amparo de la constitución y de la ley. Lo que se pretende es utilizar argumentos jurídicos inválidos para tratar de justificar una posición política. De ahí la necesidad de esclarecer debidamente en estas líneas lo que trata de realizar Nicolás Maduro con sus agentes. Los posibles delitos que ha indicado la fiscalía son los de usurpación de funciones, suplantación de identidad, la legitimación de capitales y la asociación para delinquir. Ninguno de ellas tiene asidero legal en el caso que nos ocupa, que no es otro que el proceso de elección primaria. Por lo tanto, son fáciles de desmontar, como veremos acto seguido.
Una usurpación de funciones consiste en que una persona actúe como funcionario y en nombre de un Poder Público y eso de modo alguno sucedió con la primaria.
En cuanto a la legitimación de capitales, el primer elemento es que el origen de estos fondos sea ilícito. Por ejemplo, esto se ve en los delitos del narcotráfico. Aquí no hay origen de fondos ilícitos, todo lo contrario, se hizo un gran esfuerzo ciudadano, porque incluso muchos centros de votación fueron en casas de familia de los venezolanos, personas cuyo interés era que se diera la expresión ciudadana en vista del bloqueo de los Poderes Públicos. Igual el aporte de los vehículos para la movilización a los centros electorales, la comida, en fin, lo relacionado a la logística, que fue un aporte de los ciudadanos, porque no había recursos para tales fines.
En cuanto a la suplantación de identidad, es un delito en el que una persona se hace pasar por otra y tampoco nada de eso ocurrió.
Y en lo que se refiere a lo de la asociación para delinquir, basta con decir que no se ha visto en la historia de la humanidad que dos millones y medio de personas se asocien para cometer una fechoría. Es algo realmente inaudito este señalamiento.
Sí estos agentes de Maduro indican que allí se produjo un hecho delictivo, hay que recordar los meses que estos poderes del régimen tenían conocimiento de esta situación. Hasta hubo una notificación al CNE y la misma Comisión Nacional de Primaria se reunió con el CNE, tras atender un llamado del propio ente comicial que, por cierto, fue tardío. Entonces, hay que preguntarse: ¿Por qué no actuaron en su momento? Sencillamente, porque jamás se imaginaron el rotundo éxito que sería la primaria, que dejó al desnudo el gran rechazo de la población al gobierno de Maduro y, por lo tanto, el deseo de cambio que tiene.
Sabían también que la negociación de Barbados llegó siempre tardía para los venezolanos, porque mientras pasan los días se agudiza la crisis económica y social del país, la cual afecta de manera más dura a los sectores de la población más vulnerables, como son los niños y nuestros adultos mayores. Pero este acuerdo se realizó en un momento muy próximo al 22 de octubre y la presión ejercida y el efecto positivo de Barbados y de la mesa de México, permitió que se dieron las condiciones para frenar las acciones que se asomaban en forma solapada por parte de los poderes usurpados de Maduro. Se llegó incluso a la abierta posibilidad de una decisión en contra de la primaria por parte del Tribunal Supremo de Justicia, ante algunos recursos interpuestos por los llamados “alacranes”. El objetivo era sembrar incertidumbre y desconfianza en los venezolanos, método que utiliza este sistema y que es muy conocido por la opinión pública. En conclusion a todo lo anterior, como no pudieron actuar antes del 22 de octubre lo están haciendo ahora, tras la primaria.
Los candidatos que participaron en el desarrollo de este proceso de primaria están en conocimiento de todo lo que sucedió y con lo que se tuvo que luchar para llevarlo a su concreción. Todos aceptaron los términos de la elección y ninguno ha cantado un fraude. Es Nicolás Maduro y sus agentes, que componen un tercero y un no participante de la primaria, los que señalan que hubo un fraude. Eso no lo entiende nadie, porque legalmente no pueden considerarse como agraviados.
Donde sí hubo un gran fraude fue en las elecciones primarias del Psuv con miras a las regionales, en agosto de 2021, que estuvieron impregnadas de violencia e irregularidades. En las redes sociales y en los medios independientes corrieron como pólvora las denuncias de fraude y los enfrentamientos entre los chavistas. Los invito a buscar en internet lo que fue en realidad ese proceso. Aquello fue todo un escándalo, al punto que aparte de las acusaciones de fraude ellos mismos aseguraron que Diosdado Cabello terminó eligiendo a dedo a alguno que otro dirigente. ¿Por qué el fiscal Tarek William Saab no investigó eso, que se configuró como notitia crimini?
Solo hay que comparar la alegría de los ciudadanos venezolanos por lo que fue la primaria de este 22 de octubre con el vergonzoso espectáculo que fue la realizada por el Psuv en 2021.
Mientras redactaba este artículo conocimos una información muy importante, que no se puede obviar. Se trata del pronunciamiento de las Naciones Unidas (ONU), en el que insta a Maduro a “respetar los derechos políticos y electorales” de los venezolanos tras la primaria del 22 de octubre y le recuerda lo que contempla en este sentido el acuerdo parcial firmado en Barbados el pasado 17 de octubre. Esto quiere decir que el mundo está claro de que el régimen pretende de nuevo aniquilar la voluntad de los venezolanos, que ejercieron el derecho a su soberanía mediante el voto, para convertir y habilitar a María Corina Machado como su candidata para la elección presidencial de 2024.
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.