De la noche a la mañana, Luis Ratti se convirtió en uno de los personajes más polémicos de la política venezolana. El hombre (creemos que es mejor referirnos a él de esa forma) suele aparecer cuando las papas calientan, pero no para hacerce cargo de algo o aportar soluciones, no, Ratti sale a relucir para sabotear.
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Ratti vive en los entes públicos, donde se le ve rodeado de prensa y sin dejar clara su postura. Pese a que él asegura que es “opositor”, se le nota que la pata izquierda le cojea más que la derecha.
En sus declaraciones, suele denunciar airadamente las decisiones que toma la oposición con la cual él dice ser, una oposición “diferente”.
Pero más allá de sus incómodas alocuciones, el misterio de su persona radica en de dónde salió y quién financia a tan peculiar personaje.
Dando más dudas que respuestas, Ratti declaró en televisión que su financista es “JESÚSCRISTO”.
“Soy un hombre cristiano-evangélico“, afirmó.
Vestido con un reloj en cada mano, Ratti dijo que por el de la izquierda “mide el tiempo y sus agendas”, y que con el de la derecha recuerda que “el tiempo de Dios es pefecto“.
Ah, ok.
“Él es quien provee (Jesús), el dueño de todo el oro, toda la plata, el provee todo lo que necesito en mi vida (…) si Dios me dice que no me meta en la política, no me meto en la política“, dijo.
Saquen sus conclusiones.