Según un amplio estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, las personas que comen carne roja con regularidad pueden tener un mayor riesgo de padecer diabetes de tipo 2 en etapas posteriores de la vida. Los que consumen a menudo carnes procesadas, como panceta, salchichas y fiambres, tienen un riesgo aún mayor.
Por Clarín
Reducir el consumo de carne roja y realizar otros cambios en el estilo de vida podría ayudar a muchas personas a reducir el riesgo de diabetes tipo 2, según Xiao Gu, investigadora en nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H.. Chan de Harvard y autora del estudio.
Las tasas de esta enfermedad -que también puede dañar el corazón, los riñones y los ojos- están aumentando en todo el mundo.
Para el nuevo estudio, Gu y sus colegas analizaron los datos de casi 217.000 profesionales de la salud que habían participado en tres grandes estudios realizados a lo largo de varias décadas. Los participantes respondieron preguntas detalladas sobre su dieta y su historial médico cada dos o cuatro años.
Tras ajustar otros factores, como la actividad física y el consumo de alcohol, los investigadores descubrieron que cuantas más raciones de carne roja comían las personas, más probabilidades tenían de desarrollar diabetes.
Los que comían la mayor cantidad -aproximadamente dos raciones completas, 170 gramos, de vaca, cerdo o cordero por día- tenían un riesgo 62% mayor de diabetes tipo 2 en comparación con las personas que comían menos, que eran unas dos porciones por semana.
El estudio no demuestra que el consumo de carne roja provoque directamente diabetes tipo 2; sólo muestra una relación entre la cantidad de carne roja ingerida y el riesgo de padecer la enfermedad.
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