El Gobierno de Joe Biden apuesta por una nueva estrategia hacia Venezuela, que ha lidiado con la agitación económica y política bajo un régimen autoritario, en un intento de frenar la emigración masiva y estabilizar el país.
Por: CNN
Las malas condiciones económicas, la escasez de alimentos y el acceso limitado a la atención médica han empujado a más de 7,7 millones de personas a huir de Venezuela, lo que representa el mayor desplazamiento en el hemisferio occidental, y muchos optan por ir al norte.
La migración sin precedentes plantea un desafío único para la administración de Biden en un tema políticamente delicado –el manejo de la frontera entre Estados Unidos y México– y ha impulsado la preocupación entre los aliados a nivel nacional. El jueves, mientras el presidente se preparaba para reunirse con líderes del hemisferio occidental, los alcaldes de Chicago y Denver se reunieron con altos funcionarios de la Casa Blanca para analizar la afluencia de inmigrantes a sus ciudades.
Las reuniones del presidente Joe Biden con los líderes del hemisferio occidental son parte de un enfoque administrativo más amplio para frenar la migración, establecer vías legales hacia Estados Unidos y reforzar las economías de la región, que es un tema central de la reunión de esta semana.
Y Venezuela, desde luego, es un tema de discusión.
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