Hoy en día se considera a Lord Byron (1788-1824) una de las figuras clave de la literatura inglesa. En sus textos se aprecia un estilo romántico y melancólico, con una rica y emotiva expresión del paisaje y de las emociones humanas.
Por ABC
En el aspecto personal, sufrió múltiples problemas de salud a lo largo de su vida, desde vértigos, cojera, gonorrea y malaria hasta bulimia y anorexia. De los dudosos métodos terapéuticos que se empleaban en su tiempo dejó constancia en su conocido poema épico burlesco Don Juan. Aquí citaba, por ejemplo, el consumo de sales de Epsom, cuyo ingrediente activo principal es el sulfato de magnesio. Se utilizaban como laxante, relajante muscular –en soluciones para remojo– y, combinadas con otros eméticos y catárticos fuertes, para purgar y ocasionar vómitos.
Dietas demasiado rigurosas
En su juventud, Byron siguió rigurosas dietas para evitar el problema de sobrepeso que sufría su madre. Experimentó con regímenes que implicaban consumir un cuarto de libra de carne al día, acompañado de pequeñas cantidades de vino.
En sus últimos años, recurrió al vinagre, creyendo que este líquido agrio podría reducir su apetito. La pérdida de peso fue drástica, pero el precio que pagó fue alto: los problemas dentales, los vómitos y la diarrea se convirtieron en una parte constante de su vida. Lo tomaba solo con agua y arroz, ya que creía que así potenciaba el efecto purgante, provocándose vómitos y diarrea.
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