Los ciudadanos al mismo tiempo de preocuparse por el presente, exigen conocer hacia dónde se dirige la vida nacional. Se preguntan: ¿Cuál es la Visión de Futuro que se puede ofrecer a los Venezolanos? La respuesta es proponer cambiar el actual sistema político presidencial por un sistema parlamentario, que ponga a los venezolanos a vibrar con la idea de una profunda renovación democrática y que permita enrumbar la vida política por un camino seguro, estable y exitoso.
El Parlamentarismo como Visión de futuro para la Democracia puede tener una gran penetración social y ciudadana, tanto en el mundo popular venezolano como en vastos sectores de la clase media. Para el mundo popular el Parlamentarismo significa la profundización de la democracia representativa, la idea del pueblo ejerciendo el poder político en una legítima asamblea representativa, la discusión, el debate, la dirección colectiva del gobierno y de los asuntos públicos. Para la clase media el Parlamentarismo significaría, además, disminuir, significativamente, la presencia del personalismo, del caudillismo y de los cogollos en la vida política. Y, para el conjunto de la sociedad, el Parlamentarismo sería el instrumento institucional para hacer realidad cacareado Estado Democrático y Social de Derecho y Justicia previsto en la constitución como letra muerta que no se cumple, y, muy importante, el instrumento que permitiría darle sostenibilidad política al modelo de economía de libre mercado, también ofertado como propuesta presidencial.
Nosotros nos hemos apartado de la manera como han reaccionado otros países de América Latina, cuando han enfrentado dificultades y trastornos políticos similares a las nuestros y que han desembocado en guerras civiles y en crueles dictaduras militares. Los demócratas de este país, a pesar de las dificultades, estamos luchando para que en Venezuela no se reproduzca la violencia política que ha caracterizado nuestra historia y la de América Latina. Con una manera muy nuestra del comportamiento político, a la venezolana, se está tratando de evitar entrar en una etapa de violencia y terror, por ello, se requieren: 1) una Visión de futuro que funcione como estrategia para salir de la situación política en que nos encontramos y 2) al mismo tiempo evitar la violencia. Las dos cosas van unidas, una no puede funcionar sin la otra, ya que, el futuro que queremos es la clave para salir de la dramática situación actual. Exigimos pues, impulsar un Gran Cambio que realmente sea trascendental en nuestras instituciones políticas, que le dé un giro a la historia nacional, que impida que la violencia se desate en esta tierra y que permita que nuestro pueblo pueda, de nuevo, confiar en las instituciones y reencontrarse con la Democracia.
Este pueblo venezolano tiene un conjunto de elementos básicos de cultura democrática que han tratado de destruir durante años, con un discurso de odio, calumnia, engaño y mentira. A pesar ello, medio país está sordo ante los incesantes llamados para acabar con la Democracia y la Libertad, sin embargo, la otra mitad del pueblo ha ido perdiendo la confianza en la Democracia, debido a la epidemia de autoritarismo y corrupción que se ha ido extendiendo, producto heredado de las difíciles y confusas circunstancias de una estructura política autoritaria presidencial que se ha incrustado dentro de la Democracia.
Quienes nos gobiernan constituyen un grupo que se hizo con el poder consecuencia del agotamiento del Modelo de Estado Centralista y presidencialista de Poder ilimitado y en medio de unas situaciones históricas y políticas determinadas y se mantienen en el poder exacerbando un comportamiento autoritario, con un desenfrenado populismo que maneja de manera irresponsable el gasto público para manipular al pueblo y con un amañado respaldo electoral.
Se ha generado un deterioro de la fortaleza Democrática de nuestro pueblo y esa realidad demanda un Gran Cambio y particularmente creemos que le llegó el momento a la Democracia Parlamentaria como mecanismo de innovación politica.
¿Seremos capaces de tomar ese camino o esperaremos a profundizar aún más la crisis? No hacerlo nos conduce al ejemplo de Violeta Chamorro que “sacó” del poder a Daniel Ortega con votos, no asumió su compromiso histórico de impulsar los cambios que requería Nicaragua, y el hombre volvió y allí los esta mal gobernando de nuevo, otro ejemplo cercano es Macri en Argentina con los Kirchner.
Vienen tiempos de cambio, y debemos aprovecharlos para bien de la República.
Luis “Balo” Farias
*_Tomado y reformado del obsequio que hizo el Dr Amando Mejia Betancourt para el encarte de nuestro libro La Rebelión de las Regiones Somos Todos_.