Después de una serie de negociaciones manejadas bajo el más absoluto hermetismo entre los gobiernos de EEUU y Venezuela , el pasado 17 de octubre la oposición y el gobierno firmaron en Barbados un acuerdo parcial para celebrar elecciones en 2024.
Por Benigno Alarcón / The Conversation
El hecho de que se retomaran las negociaciones iniciadas en 2021 en México , y que pocos días después se celebraran las primarias de la oposición , hizo disparar las expectativas sobre las posibilidades de una salida a la grave situación política del país –origen de buena parte de sus problemas económicos y sociales–.
Todos los intentos previos de acuerdo fracasaron al llegar al punto de las concesiones políticas y las garantías electorales que debía ofrecer el gobierno a sus opositores.
En cualquier caso, persisten las dudas sobre la viabilidad de una transición negociada en Venezuela. Sobre todo después de que el tribunal supremo venezolano invalidara el proceso electoral opositor .
¿Fuera o sobre (la mesa)?
Lo que puede obtenerse fuera de la mesa de negociación compite con lo que se coloca sobre la mesa de negociación. Alcanzar un acuerdo no solo depende de lo que suceda en la negociación entre las partes sino también del cálculo costo/beneficio que cada una hace al comparar lo que puede conseguir del proceso frente a lo que puede obtener –o mantener– por otros medios.
Muchos de los investigadores dedicados a estudiar y explicar las variables clave de los momentos de transición política han identificado patrones comunes en procesos con dinámicas históricas y sociales muy distintas. Entre estos patrones comunes está lo que el politólogo estadounidense Robert Dahl llamó el balance entre costos de tolerancia y costos de opresión.
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