Los estados de Texas y Florida cuentan con leyes migratorias restrictivas que comparten algunas similitudes. Ambas jurisdicciones otorgan a los agentes estatales el poder de detener a individuos sospechosos de estar en el país ilegalmente y prohíben la colaboración con las autoridades federales en temas migratorios, aunque existen diferencias clave que destacan la complejidad del panorama migratorio en Estados Unidos.
Por El Tiempo
Uno de los más recientes debates sobre el tema en el estado de Texas gira en torno a la propuesta de ley HB4, que guarda similitudes con la legislación aprobada por el gobernador Ron DeSantis en Florida. Esta iniciativa, de ser aprobada, impactaría significativamente a los migrantes indocumentados al convertir en delito estatal el ingreso ilegal a través de la frontera con México.
El proyecto de ley HB4 es impulsado por David Spiller, representante republicano de Jacksboro. El propósito de esta propuesta es otorgar facultades a los agentes de Texas para detener a cualquier persona e interrogarle sobre su estancia legal en el país, abriendo la puerta a la posible deportación.
Académicos subrayan Académicos subrayan similitudes entre leyes migratorias de Texas y Florida. En un artículo publicado en la revista Political Geography, los investigadores Andrew Coffey y Michael J. Jones compararon las leyes migratorias de Texas y Florida. Los autores encontraron que las dos leyes son similares en muchos aspectos, incluyendo:
-Su objetivo de disuadir a los inmigrantes indocumentados de ingresar o permanecer en los estados.
-Su enfoque en la aplicación de las leyes de inmigración por parte de los agentes de policía estatales.
-Su prohibición de la cooperación de los funcionarios locales con el gobierno federal en la aplicación de las leyes de inmigración.
Las leyes migratorias de Texas y Florida que son similares
De acuerdo con los investigadores, Texas y Florida tienen leyes que comparten similitudes fundamentales en cuanto a que reflejan una postura dura en materia migratoria. En primer lugar, otorgan a los agentes de policía estatales el poder de detener a cualquier persona que sospechen que se encuentra en el país de forma ilegal. De acuerdo con organismos como la Unión Americana de Libertad Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), este poder puede dar lugar a perfiles raciales y generar tensiones entre la comunidad inmigrante y las fuerzas del orden.
Además, tanto la Ley SB8 de Texas como la Ley HB165 de Florida prohíben a los funcionarios locales cooperar con el gobierno federal en la aplicación de las leyes de inmigración. Esta disposición busca crear barreras para la colaboración entre las autoridades estatales y federales en asuntos migratorios, generando un ambiente más hostil para los inmigrantes indocumentados.
A pesar de estas similitudes, existen diferencias sustanciales entre las leyes migratorias de ambos estados que merecen atención. La Ley SB8 de Texas, por ejemplo, va más allá al permitir que los ciudadanos privados demanden a cualquier persona que brinde ayuda a un inmigrante indocumentado.
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