La antigua sede en Caracas de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y Actividades Conexas (Sunacrip) fue desmantelada tras la purga chavista para convertirse en la “Torre Esequibo”.
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En las vísperas del referendo chavista no vinculante sobre la Guayana Esequiba, el despacho de Delcy Eloína Rodríguez ordenó el refaccionamiento del edificio para lavarle la imagen luego de la desaparición de al menos 23 mil millones de dólares a causa del escándalo Pdvsa-Cripto.
El nombre “Torre Esequibo” y la frase “El Sol de Venezuela nace en el Esequibo” se leen en la fachada de la sede en la avenida Urdaneta, en el centro de la capital.
Mientras los transeúntes se sorprenden ante los cambios, el paradero de Tareck El Aissami sigue bien oculto pese a que su mano derecha, Joselit Ramírez, fue defenestrado de la Sunacrip y arrestado por la “Policía Anticorrupción” en marzo.