Jesse Dominguez, un aspirante a actor de 33 años, ha engrosado la lista de las víctimas de la brutalidad policial en Estados Unidos. Al menos es lo que cree la familia de este hombre, quien sufría de episodios bipolares y de adicciones. Sus padres opinan que este explosivo cóctel de drogas y salud mental fue el culpable de que una interacción con un agente de la Policía Estatal de California se saldara con la muerte de Dominguez la noche del domingo.
Por El País
La policía recibió el domingo llamadas que alertaban que un hombre estaba caminando sobre la carretera 105, una vía que atraviesa Los Ángeles de este a oeste y por donde a diario pasan decenas de miles de automóviles. Los agentes llegaron sobre las 3.30 a la zona, en la ciudad de Watts. Encontraron a Dominguez vagando sobre el asfalto en la carretera que va hacia al Pacífico. Unos agentes se enfocaron en desviar el tránsito, mientras que otro se acercó al hombre directamente.
Aquel encuentro de apenas pocos minutos fue fatídico. La cámara del móvil de una persona que pasaba por ahí captó a Dominguez tumbado boca arriba sobre el concreto. Encima tiene el policía que acudió a él. Los dos hombres forcejean hasta que el uniformado se pone de pie, desenfunda su arma y dispara a quemarropa contra el hombre, quien le apunta con la mano izquierda. El policía sigue disparando mientras camina hacia atrás hasta que el cuerpo de Dominguez deja de moverse. Se certificó su muerte en el hospital.
Las duras imágenes se hicieron virales. La noche del lunes, la Patrulla de Caminos de California (CHP por sus siglas en inglés), aseguró en un comunicado que Dominguez sacó durante el forcejeo con una pistola Taser, una arma de defensa que lanza una descarga eléctrica. “Activó el arma y la usó contra el oficial. Después de que el peatón utilizó su arma contra el policía y temiendo por su seguridad, el oficial descargó su arma de servicio contra el peatón”, explica el texto publicado la noche del lunes.
Los políticos locales que representan la zona donde ocurrió el tiroteo también han dado a conocer su postura tras la publicación del video. “Es perturbador”, aseguraron en un comunicado conjunto el senador local Steven Bradford, el congresista Mike Gipson y el concejal Tim McOsker. “Esto parece un innecesario uso de la fuerza. La comunidad merece respuestas. Si los roles se hubieran invertido, la gente habría pedido inmediatamente cargos de homicidio”, afirmaron.
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