Es necesario insistir: en este crimen perpetrado por las altas instancias del régimen, se deben castigar los verdaderos responsables, libres de toda culpa tras 19 años de tan macabro acontecimiento.
Se ejecutaron una serie de triquiñuelas, surrealistas, impunemente, a luz de los focos mediáticos, sin arrugar ni una ceja. Mentira, mas poder y dinero es una ola poderosa, cometen todo tipo de fechorías; asesinatos, son tantos y debemos continuar desentrañando el de Oscar Pérez, valiente venezolano. Ya se cuenta con suficientes elementos y están a buen resguardo.
El manual de Luisa Ortega, base de la tiranía en las acusaciones contra inocentes, fue puesto en marcha para enjuiciar a muchas personas. En el caso del fiscal, los hermanos Guevara llevan 19 años tras las mazmorras chavistas, torturados, humillados, destruyendo tres vidas, familias enteras, y burlándose de una sociedad, presentándole cuentas falsas.
Es un sistema criminal y las evidencias conducen a muchos implicados. Se destacan entre ellos 3 personajes principales, un andamiaje poderoso, supera con creces las mafias más organizadas del mundo y cada vez adquieren mayor poder y perfeccionan sus andanzas con sofisticados mecanismos. Son acaudalados, dueños de medios, redes, industrias, donde destaca el chantaje judicial y la cárcel o la muerte como suerte suprema.
Los tres alegres tigres del caso del fiscal: José Vicente Rángel, ya fallecido. Continúan disfrutando de las mieles del poder, Isaías Rodríguez y Jessy Chacón. Uno fue fiscal general de la República y el otro potentado ministro de relaciones interiores, premiado luego de estas denuncias, como jerarca del ramo eléctrico, donde cometió otro crimen, esta vez contra el país, de incalculables dimensiones sociales. desmanteló el sistema, se llevó hasta los bombillos, convirtiéndose junto a su hermano, en integrantes del top de las personas más ricas del planeta, amparado en un cargo diplomático – para esconder, como quieren hacerlo con Alex Saab-, su multiplicidad criminal y otorgarles inmunidad. Dejó el país como su proceder: oscuro. Llegará la hora.
El fiscal, apoyado por su mano derecha, ascendida después al cargo superior, y la mafia de ese despacho y de los tribunales, terminaron tapando el caso, y dijeron al país,” está resuelto”, acusando inocentes investigadores. Los hermanos Guevara explicaran en su momento el asalto de estos personajes y del mundillo judicial que le rodea.
Parte importante, la banda de los enanos, denunciada hace 20 años, cada vez tiene mayor poder, dirigen la estrategia judicial del régimen y su delincuencia organizada.
Es una banda presente en todas las jurisdicciones, sus cifras de negocios son mil millonarias. Extorsionan, especulan, liberan delincuentes y encarcelan inocentes opuestos a su barbarie. El modo de operar comienza reservándose los casos importantes, son intocables. La relación enanos- políticos es clarita y mientras esto permanezca no se resolverá el crimen del fiscal, ni el de Oscar Pérez, ni ninguno de los miles asesinados por esta estructura maléfica. Los presos seguirán siendo culpables, son muchos los Guevara- chivo expiatorios. Casi dos décadas pisoteando los derechos humanos.
El fiscal murió de enanología, su muerte quedó tiránicamente impune. Los jefes han organizado el judicialismo de lleva y trae, el teatro, la banalización. Una especie de radio rochela en los estrados.
Los enanos chantajean y acusan a los chantajeados. Film cómico.
Enanos de toga y birrete. Medallas brillantes. Políticos de fino andar. Diálogos de película.
Los tribunales huelen mal. Contaminados. Los falsos revolucionarios también. Al final todo es una comedía. Enanos y políticos en una enmascarada de bandidos.
° Ex- Magistrado del Tribunal de Justicia de Venezuela.