Sin apenas colas en los colegios electorales, con las calles semivacías y sin ningún entusiasmo popular. El referéndum patriótico convocado por Nicolás Maduro en torno al Esequibo, rico territorio en disputa con la vecina Guyana, ha resultado un descalabro al finalizar la hora de votación establecida en Venezuela, aunque el oficialismo ha repetido su habitual estrategia de mantener abiertos ciertos lugares de votación en busca de mejorar sus cifras.
Por: El Mundo
El repudio masivo contra Maduro y contra la revolución pudo más que el sentir nacionalista de los venezolanos, hartos de su mala vida. Las encuestas confirman que el “hijo de Chávez” solo cuenta con el respaldo del 15% de los venezolanos.
La ausencia de votantes obligó a que el Consejo Nacional Electoral (CNE) ordenara que las urnas se mantuvieran abiertas dos horas más de lo establecido, en una maniobra para engordar los resultados, lo que incumple la ley: sólo se puede mantener abiertos los centros mientras haya votantes a la espera de emitir su voto. El propio CNE se desnudó con esta decisión, ya que Amoroso también había asegurado que el procedimiento era tan rápido que no se producían aglomeraciones.
“Voceros del poder popular, vayamos casa por casa en toda la comunidad. Garanticemos que todos los venezolanos expresen su amor por Venezuela con su voto”, ordenó el ministro y excanciller Jorge Arreaza.
“Parte del libreto. Viene la acción de cierre de movilización oficialista”, advirtió el experto electoral Jesús Castellanos.
Frente a la alianza de canales oficiales y privados y la propaganda gubernamental actuaron ciudadanos, activistas y medios independientes, que reportaron durante todo el día la soledad existente en los centros de votación pese al hostigamiento de agentes y militares.
Más allá de las cifras oficiales que vaya a aportar el Consejo Nacional Electoral (CNE) en las próximas horas, la jornada de hoy ha resultado un fiasco para las aspiraciones del líder bolivariano, sobre todo si se compara con la pasión y el entusiasmo vivido en octubre durante las primarias opositoras, que auparon a María Corina Machado al frente del bloque democrático.
Los dirigentes revolucionarios intentaron disfrazar la realidad con alegatos constantes a lo largo de la jornada, incluido el entusiasmo del nuevo presidente del CNE, Elvis Amoroso, quien aseguró a primera hora que estaba votando el triple de gente que en jornadas previas. Precisamente Amoroso, quien ejerció durante años como contralor de la República, fue el encargado de tramitar la inhabilitación electoral de Machado, ilegal e inconstitucional, por orden del Palacio de Miraflores.
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