El futuro avión de reconocimiento de ataque sigue siendo la prioridad del Ejército de EEUU

El futuro avión de reconocimiento de ataque sigue siendo la prioridad del Ejército de EEUU

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La cobertura informativa del plan del Ejército de Estados Unidos para reemplazar su flota de helicópteros de la guerra fría se ha centrado recientemente en la selección de un sucesor del omnipresente helicóptero Black Hawk.

Por Galaxia Militar





La propuesta de Bell Textron con el desarrollo de un rotor basculante de nueva generación similar en concepto al V-22 Osprey ganó el concurso en diciembre de 2022.

Sin embargo, el Ejército está buscando un helicóptero diferente, denominado Future Attack Reconnaissance Aircraft (Avión de Reconocimiento y Ataque del Futuro), que considera su máxima prioridad de modernización de la aviación.

El FARA, como se denomina, sería un nuevo helicóptero de reconocimiento diseñado para operar muy por delante de otras unidades del Ejército en zonas de guerra, buscando fuerzas enemigas y evaluando el terreno desde espacios aéreos en disputa.

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Estas misiones de exploración son peligrosas, ya que requieren que la aeronave vuele por debajo de la línea de árboles o en cañones urbanos. Pero a menudo es la única manera de observar los movimientos tácticos y los detalles topográficos que no son visibles para los aviones que vuelan más alto o para los satélites de reconocimiento.

Dependiendo de las circunstancias, el FARA puede atacar objetivos como las defensas aéreas enemigas cuando los encuentra, o puede simplemente informar de lo que encuentra a otros combatientes, permitiéndoles así enfocar mejor sus planes de combate.

De cualquier manera, los líderes del Ejército ven las misiones de reconocimiento de vuelo bajo como una capacidad crítica, una capacidad que han echado mucho de menos desde que el último helicóptero explorador dedicado conocido como Kiowa fue retirado en 2017.

Los helicópteros de combate Apache, apoyados por drones Shadow, han desempeñado la función de reconocimiento desde la retirada del Kiowa, pero el Ejército quiere un sustituto más permanente que sea más rápido, más ágil y capaz de penetrar más en territorio hostil.

Dado que el FARA probablemente estará solo en el frente del espacio de batalla, tiene que ser más versátil y capaz de sobrevivir que lo que había antes.

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