En junio de este año, ABC les contaba que, el mismo día que China envió a su primer civil al espacio para estrenar la estación espacial Tiangong, inició también «una misión mucho más misteriosa en la Tierra». El Gobierno comunista había empezado a excavar un pozo vertical con la intención de llegar a hasta los 11 kilómetros de profundidad en medio del desierto. En concreto, en una región rica en petróleo a través de la corteza terrestre que, según la escueta nota de la agencia estatal de noticias Xinhua, llegará a la capa del Cretácico. Es decir, a rocas de hasta 145 millones de años de antigüedad.
Por ABC
Para que se hagan una idea de las dimensiones del agujero, los sondeos petrolíferos suelen descender entre 1.000 y 1.600 metros, aunque pueden llegar hasta 2.000. Más de 5.000 metros ya es algo extraordinario. Los 11 kilómetros previstos por el Gobierno de Pekín es una brutalidad que esperan alcanzar en 457 días. Aún así, no es el más profundo que se ha excavado.
El 24 de mayo de 1970, la Unión Soviética comenzó a perforar un pozo en Pechenga, un distrito escasamente poblado de la región de Múrmansk, en la esquina noroccidental de Rusia. Los trabajos se prolongaron hasta 1989 y alcanzó los 12.262 metros, una profundidad a la que nunca había llegado el hombre antes ni después. Ni siquiera China se atreverá ahora a descender hasta ahí, a pesar de que la tecnología, la ingeniería y las medidas de seguridad actuales son muchísimo más avanzadas que en la época soviética.
Aquel proyecto fue bautizado como el ‘Pozo superprofundo de Kola’. La idea nació en 1962 y la supervisión se le asignó al Consejo Científico Interdepartamental para el estudio de la Tierra. El lugar exacto de la perforación fue elegido en 1965, a 10 kilómetros de la ciudad de Zapolyarny. Lo más sorprendente es que el objetivo inicial que se fijó fue descender hasta los 15.000 metros. La diferencia entre este y otros agujeros profundos es que los demás se hicieron para buscar petróleo, mientras que el soviético, también conocido como SG-3, se realizó únicamente para investigar la litosfera.
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