Juan Pablo Guanipa es quizás la voz más sólida que hoy tiene el partido Primero Justicia (PJ). Al menos, no muestra temor en sostener sus posiciones en una época en que cada vez son más frecuentes los inexplicables giros de la dirigencia política opositora.
Por Alejandro Hernández | La Gran Aldea
Pocos días antes del referendo del 3 de diciembre sobre el Esequibo, Guanipa increpó a Alberto Galíndez, gobernador del estado Cojedes y miembro de PJ, y a Manuel Rosales, el gobernador del Zulia, estado natal de Guanipa, por su camaradería con el régimen de Nicolás Maduro. “Estamos en un momento crucial y nuestros dirigentes deben actuar de manera adecuada”, sostiene.
No es la primera vez que se ve a Guanipa en esa tesitura. En 2017, tras ganar la Gobernación del Zulia, rechazó juramentarse ante la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, lo que el chavismo aprovechó para dejarlo sin el cargo. A Guanipa también se le vio en aquella tumultuosa sesión de la Asamblea Nacional de enero de 2020 en la que los llamados “alacranes”, con Luis Parra a la cabeza, y el chavismo, destronaron a Juan Guaidó de la presidencia del Parlamento. “La ofensa la estás haciendo tú a tus electores, retírate de la política”, soltó aquella vez Guanipa a Freddy Paz, uno de los diputados hasta entonces opositores que ese día brincó la talanquera para beneficiar a Nicolás Maduro.
Ahora, en una conversación de una hora, Guanipa valora lo ocurrido en el proceso de las primarias, el referéndum por el Esequibo, el Acuerdo de Barbados, las diferencias políticas con Henrique Capriles y hasta con su hermano Tomás Guanipa. “No he visto a ninguno de los opositores que arremetió contra la Primaria y después participó en el referendo del chavismo reconocer que se equivocó”.
Sobre el futuro de María Corina Machado, Guanipa es tajante al afirmar que toda la oposición debe remar a su favor. “Aquí no puede haber nadie pensando en cómo meterle una zancadilla”, sentencia.
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