El Gobierno de Surinam aseguró que apoya a Guyana en su disputa territorial con Venezuela por el Esequibo, pese a sus propios problemas fronterizos, y expresó su esperanza de que el conflicto no escale a actos violentos.
Así se pronunció el ministro de Asuntos Exteriores surinamés, Albert Ramdin, sobre la disputa entre Guyana y Venezuela por dicho territorio de casi 160.000 kilómetros cuadrados, al tiempo que insistió en que la región de Tigri es de Surinam, pese al reclamo guyanés.
Ramdin advirtió que no se tolerará “poner en peligro la seguridad regional” ni que el conflicto entre Guyana y Venezuela se salga de control y se convierta “en una cuestión geopolítica”, según publicaron este miércoles los medios locales.
“Nuestra postura es que apoyamos la integridad territorial de Guyana en relación al Esequibo. Surinam está a favor de que la zona esté en paz y que no quiere que haya un conflicto armado”, aseguró.
“En este tipo de situaciones regionales hay que ayudarse unos a otros, es un principio importante y sobre todo ahora que ves que el otro país (Venezuela) quiere anexionarse una parte de Guyana”, agregó Ramdin.
Los presidentes de Guyana y Venezuela, Irfaan Ali y Nicolás Maduro, se reunirán el jueves en San Vicente y las Granadinas para abordar la escalada de la tensión provocada por el referendo unilateral celebrado el pasado 3 de diciembre por Caracas para aprobar la anexión de Esequibo.
Sobre la disputa entre su país y Guyana, el jefe de la diplomacia de Surinam indicó que el caso de Tigri, una zona selvática delimitada por varios ríos y situada en la frontera entre ambos países, no se puede llevar ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), como se ha hecho con el Esequibo.
“Lo he dicho antes y lo repito: Tigri es nuestro. Reconozco que la otra parte tiene puntos de vista diferentes. Por eso, se ha iniciado un procedimiento para encontrar una solución”, afirmó.
Ambos países crearon en el año 2013 unas comisiones especiales, las cuales se supone que presenten pronto un reporte final, cuyas recomendaciones conduzcan a una resolución final del problema de la frontera suroeste.
EFE