El presidente de Guyana, Irfaan Ali, insistió este jueves en el derecho de su país a explotar su “espacio soberano”, tras una reunión cara a cara con Nicolás Maduro para desescalar las crecientes tensiones por una vieja controversia por el territorio Esequibo, rico en petróleo.
Los mandatarios cerraron con un estrechón de manos una reunión de unas dos horas en San Vicente y las Granadinas, promovida por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) y la Comunidad del Caribe (CARICOM), con apoyo de Brasil.
“Guyana no es el agresor, Guyana no está buscando la guerra, Guyana se reserva el derecho de trabajar con nuestros aliados para garantizar la defensa de nuestro país”, señaló Ali en una rueda de prensa posterior, sin ceder en su posición sobre el diferendo.
“Guyana tiene todo el derecho (…) a facilitar cualquier inversión, cualquier sociedad (…), la expedición de cualquier licencia y el otorgamiento de cualquier concesión en nuestro espacio soberano”.
La reunión se realizó en medio de una creciente preocupación por los cada vez más duros cruces de declaraciones entre ambos mandatarios por el Esequibo, una zona de 160.000 km2 rica en petróleo y en recursos naturales que administra Georgetown y reclama Caracas.
Maduro -que aún no ofreció ninguna declaración al término del encuentro- dijo que acudía a la cita en búsqueda de “la vía del diálogo y la negociación” para lograr “soluciones efectivas”.
“Los intermediarios probablemente van a tener que buscar algo para que Maduro no salga” del encuentro “sin nada”, dijo a la AFP Sadio Garavini di Turno, exembajador de Venezuela en Guyana, que ve “factible” una declaración “en la cual se diga que van a bajar la escalada, que van a seguir conversando para bajar las tensiones”.
Maduro vio la cita como “un gran logro” para “abordar de manera directa la controversia territorial”, pero Ali negó que la disputa estuviese en agenda e insistió en su posición de que esta debe resolverse en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya jurisdicción es desconocida por el gobierno venezolano.
Petróleo, punto de conflicto
Aunque se trata de un litigio centenario, la disputa recrudeció en 2015 luego de que la petrolera estadounidense ExxonMobil descubriera grandes yacimientos de crudo en la zona en reclamación.
Venezuela acusa a Guyana de dar concesiones en aguas marítimas por delimitar, y después de un referendo sobre la zona en reclamación, el pasado 3 de diciembre, inició un proceso para otorgar licencias de la estatal PDVSA en aguas en disputa.
La consulta aprobó además crear en la región una provincia de Venezuela y dar la nacionalidad a sus habitantes. Maduro llevó un mapa que ya incluye al Esequibo como estado.
Guyana, que vio la consulta como una “amenaza”, llevó el caso al Consejo de Seguridad de la ONU y anunció contactos con “socios” militares como Estados Unidos, que hizo ejercicios militares en el Esequibo.
Brasil reforzó por su parte sus frontera norte.
La habitual retórica antiimperialista del gobierno venezolano se ha orientado a acusar a Ali de ser “un esclavo” de ExxonMobil.
Garavini di Turno subrayó que Venezuela “curiosamente” ha evitado mencionar a otras grandes compañías con participación en la mayor concesión otorgada por el gobierno guyanés en el área, la del bloque Stabroek, como los casos de la China National Petroleum Corporation y la también estadounidense Chevron, dos compañías que operan en este país sancionado por Washington.
El lunes, el canciller venezolano, Yván Gil, asomó en un encuentro con la prensa internacional en Caracas la posibilidad de que pueda hablarse de “cooperación en materia petrolera y gasífera” sin entrar en detalles.
Con información de AFP