A menos de un año para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la inteligencia artificial (IA) se está perfilando como un participante activo en la política del país.
Rossana Marín || Infobae
De acuerdo con especialistas en la materia, esta tecnología está infiltrándose principalmente dentro de agencias gubernamentales y en las estrategias de campaña de los candidatos.
A pesar de la falta de regulaciones y la desconfianza de los ciudadanos hacia la IA, se espera que su aplicación siga siendo una operación discreta en la arena política.
El uso de la inteligencia artificial promete cambiar la manera en que se organizan y ejecutan las campañas electorales, permitiendo la optimización de tareas como el análisis de patrones de votación, la creación de mensajes dirigidos a los residentes y el estudio de hábitos en redes sociales, según Kevin Pérez-Allen, director de comunicaciones de la organización apartidista United States of Care.
Pérez-Allen, con décadas de experiencia en comunicaciones de campañas políticas, señaló en entrevista con CNBC, que incluso ChatGPT ya se está utilizando para elaborar borradores de discursos y material de marketing, así como en e-mails y mensajes de texto para recaudación de fondos.
Resaltó que, aunque la IA puede replicar actividades relacionadas con la recopilación de información, análisis de datos y escritura, hay aspectos que no puede sustituir, como “la gente caminando por los distritos” y el “compromiso de los votantes en persona”.
No obstante, reconoce que las capacidades de la IA para “recortar la grasa del trabajo” reducirán la necesidad de una gran plantilla en las campañas.
Por otra parte, aunque existe un decreto ejecutivo por parte del presidente Joe Biden que busca una IA “segura, segura y de confianza”, las regulaciones para supervisar la IA podrían demorarse en llegar.
Más detalles en INFOBAE