Un menor de 11 años murió tras recibir el impacto de un disco de Hockey en el cuello durante un entrenamiento en Saint-Eustache, Quebec, Canadá, según confirmaron las autoridades locales. Pese a usar el equipo de protección requerido, incluido un protector de cuello, resultó gravemente herido por lo que fue trasladado a una unidad de cuidados intensivos en un hospital de Montreal. Las autoridades han expresado su más sentido pésame a la familia y cercanos, mientras la comunidad de Saint-Eustache está conmovida por la pérdida.
El incidente ocurrió el martes 12 de diciembre sobre las 19.00 horas local, según publicó New York Post y, después de ser trasladado a una unidad de cuidados intensivos en un hospital de Montreal, el niño finalmente perdió la vida. La policía local y el ayuntamiento de la ciudad han extendido sus condolencias a la familia y a la comunidad deportiva afectada por la tragedia.
El alcalde la ciudad de Saint-Eustache, Pierre Charron y la administración municipal, expresaron su apoyo a la comunidad y las familias directamente afectadas por este lamentable suceso: “Toda nuestra energía se centra actualmente en apoyar a la comunidad y a los seres queridos de las familias más directamente afectadas por esta situación. En mi nombre y en el de la corporación municipal, envío todos mis pensamientos positivos a este joven deportista y a su familia”, expresó Charron en declaraciones citadas por el diario canadiense CBC.
También confirmó que se dio inicio a un proceso de investigación para determinar las causas y circunstancias del fallecimiento, por parte de la Oficina del Forense de Quebec. A la par, fueron puestos a disposición los servicios de apoyo psicológico para miembros de la comunidad por parte de la junta regional de salud de Laurentians, Hockey Québec y el ayuntamiento de Saint-Eustache, según confirmó el mismo medio.
El presidente de la asociación de hockey menor de Saint-Eustache Jean-Philippe Labrèche, publicó por su parte un comunicado de prensa la mañana siguiente al accidente, en el que aseguró que lamentaba y entendía el “impacto de este suceso en aquellos que lo presenciaron, así como en los padres, voluntarios y todos aquellos que apoyan a nuestros jóvenes jugadores de hockey”.
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