El opositor ruso, Alexei Navalni, estuvo varios días desaparecido y nadie supo sobre su paradero hasta que reapareció, en perfecto estado de salud, en una cárcel de Siberia. Desde la prisión IK-3 en el Ártico, el político caído en desgracia por enfrentarse al presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguraba que estaba bien.
Por La Razón
La prisión IK-3 se encuentra a casi 2.000 kilómetros al noreste de Moscú, justo encima del Círculo Polar Ártico. Situada en la pequeña localidad de Kharp, en el oeste siberiano, también recibe el sobrenombre de “Lobo polar”, pues está rodeada de cientos de kilómetros de tundra y los montes Urales. La prisión fue fundada en la década de 1960 y tiene una capacidad para mil personas. En invierno, las temperaturas nunca superan los 10 grados bajo cero y podrían llegar incluso a los 28 grados bajo cero. En esta estación, la luz del día no dura más de dos horas.
Según su sentencia, Navalni deberá cumplir una pena de prisión de 19 años, en un “régimen especial”. Según Moscow Times, Navalni fue enviado a esta nueva prisión para un “aislamiento máximo”, en el marco de las próximas elecciones presidenciales rusas de 2024.
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