Queremos que se abran las rejas de las cárceles. Que esas decenas de seres inocentes se reencuentren con sus familias. Que respiren aire de libertad. Que se vean en el espejo y miren a un ser humano digno de respeto, con sus respectivas hojas de vida limpias, sin maculas, como esos juicios indebidos que les han montado con la única finalidad de satanizarlos.
Queremos un gobierno verdaderamente democrático. Con gobernantes que le sirvan al pueblo y no al revés. Un gobierno para todos de verdad. Que sepa administrar nuestras riquezas. Que rinda cuenta de sus actos. Que produzca soluciones continuamente para sacarnos de este abismo en el que estamos hundidos como nación.
Queremos una educación que esté a la altura de los desafíos que nos presenta la realidad actual. Con docentes bien remunerados, mejor capacitados y comprometidos con esos ambiciosos proyectos de desarrollo tecnológico. Queremos que retornen nuestros educadores a sus casas de estudios. Que nunca más las universidades se vean arrinconadas por la falta de presupuestos adecuados.
Queremos que todos los niños, del sector social que sea, estén incorporados al sistema de educción temprana. Que puedan proseguir sus cursos escolares hasta llegar a coronar una carrera universitaria. Que nuestros jóvenes sean capacitados para desempeñar oficios que redunden en la calidad de vida de todos los venezolanos. Queremos que todos las escuelas estén sufrientemente equipados con los insumos indispensables para formar el futuro que merecemos y necesitamos para dejar atrás la pobreza y el subdesarrollo.
Queremos contar con eficientes servicios de salud! Que nunca más ningún venezolano muera de mengua. Que no se tengan que despedir de sus hospitales ni los médicos ni las enfermeras porque sus remuneraciones son miserables. Que nadie, absolutamente nadie esté desamparado a la hora de requerir ser atendido.
Queremos que nuestros abuelos cumplan su ciclo vital con dignidad. Que ningún anciano termine en la indigencia o suplicando un mendrugo. Un estado que no se ocupe de la suerte de sus niños y de sus ancianos es un estado reprochable.
Queremos vivir con seguridad. Que desaparezcan las bandas hamponiles. Que los servicios policiales se corresponda con los juramentos de los funcionarios formados y proveídos para proteger al ciudadano y no convertirlo en víctimas de tropelías.
Queremos que el nuevo año sea el año de la elección de María Corina Machado como presidenta de todos los venezolanos. ¡Amen!