En el año 2023 el éxodo venezolano sobrepasó la cifra de 8 millones de migrantes, números rojos que aterrorizan al mundo. De enero a octubre transitaron por la selva del Darién más de 440 mil emigrantes, de este total más 350 mil, 80%, fueron venezolanos. El crecimiento migratorio ha sido exponencial, tomando en cuenta que en 2017 la cantidad de venezolanos que cruzó la selva fronteriza entre Colombia y Panamá fue de 3 mil compatriotas. Otra cifra alarmante: En Colombia, donde se concentra la mayor cantidad de venezolanos migrantes, de enero a octubre fueron asesinados 754 migrantes venezolanos, es decir, 2,5 venezolanos son diariamente asesinados en Colombia.
Los venezolanos emigran porque tienen pésimos salarios; porque el acceso a la salud es un derecho constitucional que fue privatizado; porque no hay acceso a la educación de calidad ni al ascenso social por vía de la preparación y del trabajo; porque no hay acceso a servicios públicos de calidad y continuos; porque los venezolanos hemos sido condenados a la pobreza por un gobierno delincuente que con un discurso “socialista” se enriquece impune y descaradamente. Otras cifras alarmantes, de las miles que se pueden citar: El servicio eléctrico nacional está colapsado con más de 200 apagones diarios en todo el país. Las escuelas no tienen pupitres ni dotación de útiles escolares para los estudiantes de escasos recursos. Las universidades registran más de un 50% de éxodo estudiantil.
Los salarios de los profesores y trabajadores educativos van desde $6 a $30 por mes. El salario mínimo y una pensión de jubilación de $3 por mes, la más baja del mundo. Venezuela perdió sus generaciones de relevo, en una crisis causada por el infame y retrógrado régimen imperante en Venezuela.
La causa de nuestra tragedia tiene su origen en el saqueo del país y en la transferencia de los recursos de los venezolanos a la plaga cubana, entre otras plagas invasoras, que no solo permitida por estos apátridas que gobiernan sino que con su complicidad nos despojan de los recursos financieros necesarios para detener la crisis.De todos los robos impunes que se pueden traer como ejemplo solo citaré dos: 1) Tareck El Aisami en tres años dirigiendo la industria petrolera venezolana,según cifras manejadas por el régimen de @NicolasMaduro, se apropió de manera indebida de más de $23 mil millones. 2) El régimen cubano saquea diariamente $4,7 millones en crudo, gasolina, diésel, jet fuel, fuel oil y coque, es decir, que la extracción sobrepasa los $1.700 millones al año. Sumando las dos cifras, estamos hablando de más de $25 mil millones solo para las cuentas de 2023, suficiente dinero para reconstruir los hospitales públicos, financiar a las universidades públicas y pagar jubilaciones y salarios decentes y todavía queda plata.
Ustedes dirán, y ¿qué tiene que ver esto con el Darién? Bueno, señores es evidente que el plan es sacarnos de nuestro país y adueñarse de todos nuestros recursos para entregarlos a los regímenes invasores de Venezuela que no son otros que los aliados de Nicolás Maduro: chinos, rusos, iraníes y cubanos . ¿Cómo promueven el desplazamiento de los venezolanos de su territorio? Sin salarios, sin pensiones dignas, hospitales sin insumos, escuelas y universidades sin presupuesto. ¿Qué país ha avanzado en medio de la corrupción, la impunidad y la tortura de sus ciudadanos por parte de un regimen opresor?Si esos $25 mil millones robados del bolsillo de los venezolanos, se hubiesen invertido en el progreso del país, en sus universidades, escuelas, industrias, servicios, nuestros jóvenes no estarían buscando refugio en otras tierras. Este gobierno traidor, recientemente firmó con Trinidad y Tobago un convenio para suministrar 185 millones de pies cúbicos diarios de gas natural desde el estado Sucre, la tabla de salvación para la infraestructura y exportaciones petroleras del vecino país. Maduro obvia que Trinidad y Togago asesinó a niños venezolanos sin remordimiento alguno por acercarse a sus costas. También se le olvida que mientras Trinidad y Tobago recibirá gas natural venezolano por 30 años, en unas condiciones que desconocemos los venezolanos, el pueblo del estado Sucre cocina con leña.
Recibimos un 2024 con muchas expectativas y esperanzas, especialmente porque esperamos que se realicen elecciones libres, transparentes, sin trampa y sin manipulaciones, en las cuales participen todos los venezolanos, sin excepciones, sin inhabilitados. Para lograr la liberación de Venezuela tenemos que seguir luchando, organizando movimientos independientes, fortaleciendo las bases sociales, todos comprometidos con el país, comprometidos con la democracia y el cambio.
Que el 2024 nos traiga Paz, Abundancia y Alegría.
Feliz año 2024.
Iván Freítes Chirino
Secretario General SUTPGEF y Secretario de Profesionales y Técnicos FUTPV