El papa Francisco ha recibido este miércoles a monseñor Georg Gänswein, quien fue durante casi dos décadas el secretario personal del pontífice emérito fallecido hace poco más de un año, Benedicto XVI, informó hoy el Vaticano.
“El Santo Padre Francisco recibió en audiencia esta mañana a S.E. Mons. Georg Gänswein, Arzobispo de Urbisaglia, con las Memores Domini”, indicó la Santa Sede en el escueto comunicado diario en el que informa de los encuentros del pontífice.
Se trata de la primera reunión de Francisco con Gänswein desde que éste fue enviado por el papa argentino a Alemania y, como en otras ocasiones, no han trascendido detalles de la audiencia, salvo que estuvo acompañado por las cuatro mujeres del Instituto Memores Domini que cuidaron a Benedicto XVI hasta su muerte.
El pontífice alemán falleció el 31 de diciembre de 2022 a la edad de 95 años en el convento ‘Mater Ecclesiae’ del Vaticano en el que se había retirado tras su histórica renuncia de 2013, poniendo así fin a la inusual década de los “dos papas”.
Gänswein, que permaneció siempre al lado de Ratzinger, criticó abiertamente a Francisco en un libro tras su muerte y acabó saliendo del Vaticano y siendo enviado a su diócesis de Friburgo, Alemania.
El arzobispo alemán recordó a Benedicto XVI como un “ejemplo luminoso” en la misa que ofició el pasado día 31 en su memoria en el Altar de la Cátedra de la basílica de San Pedro a la que asistieron fieles y sus colaboradores y en la que la emoción interrumpió la lectura de su homilía en varias ocasiones.
La presencia de dos papas en el Vaticano, uno vigente y otro emérito, acentuó la existencia de dos facciones en la Curia Romana, la de los más reformistas encabezada por Bergoglio y la los más conservadores, que vieron en Benedicto XVI una referencia teológica.
La liturgia oficiada por el histórico secretario de Benedicto contó con decenas de concelebrantes, como el cardenal alemán Gerhard Mueller, exponente de la facción conservadora y uno de los más críticos con la reciente bendición de las parejas homosexuales permitida por Francisco, calificándola de “blasfemia”.
Francisco no participó en esta misa, pero ese mismo día proclamó su “afecto, gratitud y admiración” por el pontífice alemán tras el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico, ante cerca de 20.000 fieles.
“Hace un año el papa Benedicto XVI concluía su camino terrenal tras servir con amor y sabiduría la iglesia. Sentimos por él mucho afecto, mucha gratitud y mucha admiración. Que desde el cielo nos bendiga y nos acompañe”, encomió, pidiendo el aplauso de los fieles. EFE