Después de tres años, el asalto al Capitolio por seguidores del expresidente Donald Trump sigue influyendo en la política de EEUU. El inédito suceso toma especial relevancia este año de elecciones presidenciales, en medio de un entorno polarizado y una probable revancha entre Trump y Joe Biden.
El asalto al Capitolio en Washington por simpatizantes del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, llega a su tercer aniversario en medio de un país cada vez más polarizado, donde el intento de interferencia electoral continúa al centro de la política nacional, especialmente en un año electoral que podría ver una revancha entre Trump y el incumbente demócrata Joe Biden.
Por VOA
“Sin duda el asalto al Capitolio del 6 de enero será un tema importante en la carrera presidencial de 2024”, dijo a la Voz de América, Meena Bose, decana de la escuela de gobierno y políticas públicas de la Universidad Hofstra en Nueva York. La clave, agregó, estará en cuán importante será para los votantes lo ocurrido ese día.
Trump, favorito para llevarse la nominación presidencial republicana, está envuelto en procesos judiciales relacionados con el ataque al Congreso del 6 de enero de 2021, cuando instó a miles de sus seguidores a marchar hacia la sede legislativa mientras se celebraba la sesión oficial que confirmaría la victoria de Biden en los comicios de 2020.
Una Comisión Especial del Congreso dedicada a investigar los hechos lo señaló como principal responsable del incidente, que dejó unos nueve muertos – entre ellos dos policías-, más de 150 agentes heridos y unos 1.100 asaltantes acusados ante tribunales.
Mientras el exmandatario enfrenta cargos federales por interferencia electoral en dos juicios separados (uno en Washington y otro en Atlanta) y es acusado de tratar de socavar la democracia, su popularidad se mantiene casi intacta entre sus simpatizantes.
Los demócratas, por un lado, son propensos a ver el asalto al Capitolio como un peligro a la democracia, sin embargo, “los republicanos no necesariamente comparten la misma visión sobre la gravedad del ataque”, apuntó Bose.
La influencia cambiará a lo largo del año, agregó la académica, según ocurran los juicios contra el expresidente Trump en Nueva York, Washington, Georgia y Miami. Sin embargo, es claro que la base del expresidente se mantiene firme, insistió.
Una base fiel
El expresidente mantiene un 62,7 % de popularidad como promedio entre los votantes republicanos, según RealClearPolitics. Estos números lo ponen a más de 50 puntos de distancia de sus competidores más cercanos: la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley (11 %) , y el gobernador de la Florida, Ron DeSantis (10,9 %).
“Sus seguidores principales parecen poco propensos a cambiar en este momento. Si después de la derrota en las elecciones de 2020, el asalto en el Capitolio, las cuatro acusaciones penales o los juicios civiles no han cambiado las opiniones de sus seguidores principales, parece improbable que algo lo haga”, expresó Bose.
Pese a las investigaciones judiciales en contra de Trump, -que incluyen además otros dos procesos en Nueva York y Miami- los republicanos parecerían estar más dispuestos a “absolver” al expresidente de responsabilidad por los hechos, según reveló una encuesta realizada por el Washington Post y la Universidad de Maryland.
Los republicanos encuestados incluso se mostraron más “comprensivos” con los participantes del ataque e inclinados a desistir de la idea de que fueron “mayormente violentos”.
“Ahora más republicanos que nunca apoyan a Trump y a los manifestantes del 6 de enero, creyendo en varias teorías de conspiración que han convertido a los alborotadores en héroes. Es parte de un ciclo peligroso y polarizador de la política estadounidense”, dijo a la VOA Richard Hansen, profesor de leyes en la Universidad de California.
En el contexto electoral del 2024, según Hansen, aunque el aniversario del 6 de enero y los juicios a Trump por cargos de interferencia electoral pueden fortalecer la base republicana, “también recordará a aquellos en el centro y la izquierda la época peligrosa de la política estadounidense, cuando un presidente estadounidense intentó subvertir los resultados de la elección”.
Esto, agregó el experto en política, “hará que Trump sea menos popular de lo que es ahora entre quienes no están en la base republicana”.
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Sofia Pisani de la Voz de América informa desde Washington.