Este mes de octubre se cumplen 50 años del único acontecimiento durante la Guerra Fría, conocido como la crisis de los misiles, en el cual las dos superpotencias que encarnizadamente se disputaban el control del mundo, Estados Unidos y la Unión Soviética, estuvieron a un paso de una guerra nuclear.
Son innumerables las aristas que se han analizado de aquellas circunstancias extremadamente peligrosas desarrolladas en Cuba en octubre de 1962.
A nosotros nos parece válido traer a colación una arista más.
Vamos a comparar la relación que los dos líderes mundiales involucrados -el Presidente John F. Kennedy y el Primer Ministro Nikita Kruschev- establecieron con sus respectivos compatriotas en aquellos momentos y luego deslindaremos claramente el tipo de liderazgo que es consustancial al tipo de régimen político al cual cada uno de esos líderes representaba: la democracia capitalista, por un lado, y el totalitarismo socialista, por el otro.
Regresemos brevemente al pasado para contextualizar la situación que analizaremos.
El 14 de octubre de 1962, el avión espía norteamericano U-2, con 7 cámaras Polaroid instaladas en él, tomó 928 fotografías en 6 minutos en la región occidental de Cuba.
El día siguiente, el Centro de Interpretación Fotográfica de la CIA en Washington evaluó el material fotográfico y llegó a la conclusión de que se estaban construyendo en el campo de San Cristóbal bases militares secretas para el lanzamiento de misiles nucleares. Las sospechas norteamericanas se vieron confirmadas y desmentidas las reiteradas negativas de la URSS sobre el carácter ofensivo del armamento trasladado a Cuba.
Para enfrentar la amenaza, Kennedy barajó tres opciones: 1) un ataque aéreo único contra las bases de misiles,
2) ataques en serie apoyando una invasión a Cuba y
3) un bloqueo a la isla. Las dos primeras opciones presentaban un gran problema: con seguridad desencadenarían la III Guerra Mundial, pues la presencia de 42.000 militares soviéticos en Cuba (en 1962, EEUU estimaba que sólo habían 10.000) hacia inevitable el combate directo en suelo cubano de los soldados de ambas superpotencias.
El conflicto se fue escalando y la guerra dejó de considerarse una hipótesis para convertirse en algo que podía hacerse realidad en cuestión de días y hasta de horas. Saltándonos hechos importantes, vayamos a lo que nos interesa:
cómo se informaron norteamericanos y soviéticos de la catástrofe en términos de pérdidas de vidas humanas que estuvo a punto de ocurrir. Tal holocausto nuclear hubiera significado varias decenas de millones de víctimas en cada país y la destrucción de sus principales ciudades.
EEUU: Mensaje de Kennedy por radio y TV
El 22 de octubre, el Presidente Kennedy se dirigió al pueblo norteamericano por radio y TV.
Les notificó que la URSS había mentido, pues el armamento instalado en Cuba no era de carácter defensivo; que se había comprobado la existencia de ojivas nucleares que podían alcanzar cualquier ciudad de EEUU; instó a Kruschev a retirar los misiles y que, mientras tanto, EEUU establecía un bloqueo naval a Cuba que impediría la llegada de barcos soviéticos a la isla. Declaró, además, que consideraría cualquier ataque nuclear desde Cuba como una agresión directa de la URSS, a la cual respondería con una ofensiva nuclear masiva. Leamos dos extractos del discurso de Kennedy:
“No nos arriesgaremos prematuramente y sin ninguna necesidad a una guerra nuclear, pero tampoco nos negaremos a considerar este riesgo si es que debemos enfrentarnos a él en algún momento”.
“EEUU considerara los posibles lanzamientos de misiles procedentes de Cuba contra cualquier nación del continente americano como un ataque de la Unión Soviética a EEUU. Este ataque exigirá una respuesta a gran escala contra la URSS”.
Es resumen, el Presidente de un país democrático cumplió con su deber de informarle al pueblo que lo había electo sobre el grave peligro que corría el país ante la posibilidad real de una guerra nuclear con la URSS.
El mensaje sirvió de alerta a la población norteamericana y a la sociedad en general para prepararse y tomar las medidas preventivas necesarias para enfrentar el pánico que se había apoderado de la gente.
URSS: “el pueblo soviético, no estaba bien informado”.
Yuri Pavlov (Traductor de Kruschev)
Al cumplirse el 40 aniversario de la “Crisis del caribe” como la llaman los rusos, la BBC entrevistó al ex-diplomático soviético Yuri Pavlov, quién durante la crisis en 1962 fue el traductor de las conversaciones al inglés de Kruschev. El contenido de la entrevista, titulada “La voz y oídos de Kruschev”[1], es sin duda alguna invalorable para los fines que nos hemos planteado.
Citemos tan sólo el extracto más relevante de la entrevista:
BBC.- ¿Cómo percibía la población soviética la situación?
YP.- Durante esa época, el gobierno siempre hablaba de que se trataba de armas defensivas en Cuba. Así que no hubo ningún pánico entre el pueblo soviético, en primer lugar porque no estaba bien informado. No comprendía que se trataba de una seria amenaza de guerra. Tomaron las declaraciones de ambas partes que se publicaban en los diarios como una continuación de la guerra psicológica, de la Guerra Fría. Nunca de que había una seria amenaza de un conflicto nuclear.
Es decir, el liderazgo comunista del régimen totalitario existente en la URSS en ningún momento informó a los soviéticos del grave peligro que corría en aquellas horas. Cual no sería su asombro, por inexplicable, si el devastador contraataque nuclear de EEUU se hubiera materializado sobre ellos.
El asunto es que los dirigentes comunistas de la URSS no podían informar la verdad sobre la clandestina “Operación Anadyr” porque tendrían que comenzar por reconocer que habían mentido al propio pueblo soviético, pues el armamento trasladado no tenía nada de defensivo como afirmaba Kruschev.
Cuba: Fidel Castro, Traidor en Jefe
La manipuladora propaganda del gobierno cubano llama “crisis de octubre” a la “crisis de los misiles” y siempre engrandece la figura de Fidel Castro dándole un rol estelar en los hechos.
La verdad es que Castro no fue más que una ficha de la geopolítica mundial del imperio soviético. Verdad que corrobora el hecho de que el fin a la “crisis de los misiles” fue un acuerdo entre Kennedy y Kruschev, y éste ni siquiera le informó a Castro. Dicho acuerdo estableció el retiro del armamento nuclear soviético de la isla y el compromiso de EEUU a no invadir Cuba.
En un escrito anterior, “El Puerto Pesquero de Fidel”, desenmascaramos el papel jugado en la “Crisis de los misiles” por el dictador cubano. Con la estratagema propagandística de que la Unión Soviética construiría en Cuba un gran puerto pesquero engañó al pueblo cubano y, peor aún, escondió su traición a la soberanía del país al entregar el suelo cubano a los jerarcas comunistas de la URSS para que construyeran bases militares con armas nucleares.
A Fidel Castro, la historia no lo absolverá. Por su traidora conducta con Cuba; al contrario, le adjudicará el título de Traidor en Jefe.
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Notas:
[1] http://news.bbc.co.uk/hi/spani