Enero es sinónimo de zafra para los larenses, especialmente para los barquisimetanos, quienes inician el año trabajando y produciendo gracias a las celebraciones en honor a la Divina Pastora.
Por: Yanitza Martínez // Corresponsalía lapatilla.com
Desde el 1° de enero comienza a verse movimiento en el pueblo de Santa Rosa, lugar donde se erige el Santuario de la Divina Pastora, patrona sentimental de los larenses. Y es que artesanos, orfebres, carpinteros, costureros, vendedores de comida y dulces, se concentran en este lugar para vender sus productos.
Desde franelas hasta llaveros alusivos a la Divina Pastora son comercializados durante los días previos a esta celebración Mariana. Para ello, la Alcaldía del municipio Iribarren dispone de un área específica dentro del pueblo para los comerciantes, quienes además deben cancelar un arancel por el permiso.
De igual forma, los habitantes del pueblo transforman sus casas y garajes en restaurantes, dulcerías, heladerías y otros, durante los primeros días de enero. La mayoría también ofrece sus baños, los cuales son alquilados a un precio de 10 bolívares por persona.
En un recorrido por el pueblo, lapatilla.com pudo recoger testimonios de vendedores y emprendedores, quienes están de acuerdo de que este año ha habido una mejoría en las ventas en comparación a años anteriores, a pesar de que el grueso de las ventas se registra entre el 10 de enero y el 14 de enero.
Yoalis Pineda lleva seis años vendiendo sus artesanías en el pueblo de Santa Rosa durante las festividades de la Divina Pastora. Menciona que con altos y bajos han logrado mantenerse, y que esta es una oportunidad también para dar a conocer sus creaciones que durante el resto del año elabora y comercializa en su taller artesanal.
Tania Rojas se apostó en un puesto asignado por la alcaldía de Iribarren desde el pasado 3 de enero y permanecerá allí hasta el 13 de enero. Este sería su décimo año comercializando franelas, las cuales tienen un costo de 5 dólares.
Rojas manifiesta llevar “toda su vida” trabajando en Santa Rosa con bisutería. Comenta que las ventas han estado aceptables y los días muy movidos desde el pasado 3 de enero.
Es necesario mencionar que además de los comerciantes que cuentan con un puesto asignado, los vendedores ambulantes también aprovechan las celebraciones para recorrer todo el pueblo, especialmente durante la procesión.