João Pimenta da Silva, un ciudadano brasileño de 71 años, murió este jueves 4 de enero tras caer en un pozo de 40 metros que él mismo había excavado. Ese trágico final, sin embargo, esconde detrás un dato curioso.
Por: La Nación
Sucede que Da Silva, según consigna el medio brasileño llamado G1, había soñado días atrás que en las profundidades de su cocina había oro y, por ende, decidió dar rienda suelta a su imaginación para excavar un pozo de semejante profundidad.
Una vez que el proyecto empezó a tomar forma, el protagonista de esta historia llamó a un vecino de nombre Antônio Wilson Costa, quien aceptó ayudarlo, aunque el desenlace fue el peor: João se patinó, no pudo mantener el equilibrio y murió al caer al pozo que él mismo había cavado.
“Yo estaba aquí trabajando y vino a pedirme ayuda para sacar el agua del pozo. Me llegaba más o menos a la cintura”, explicó el vecino, quien se dedica al rubro empresarial en la zona de Ipatinga, un municipio brasileño del estado de Minas Gerais.
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