Las autoridades indonesias suspendieron temporalmente las operaciones de tres aviones Boeing 737 Max 9 de la aerolínea Lion Air, después de que un aparato del mismo modelo de la compañía Alaska Airlines perdiera parte del fuselaje en pleno vuelo.
A raíz del incidente ocurrido el viernes en Estados Unidos, la Dirección General de Aviación Civil indonesia realizó una “revisión y evaluación” de los tres aviones Boeing, lo únicos de este modelo operados en el país, y decidió dejarlos en tierra desde el sábado y hasta nuevo aviso, apunta en un comunicado emitido el martes.
Las autoridades indonesias han tomado esta medida como precaución ya que los aviones de Lion Air cuentan con una configuración diferente al avión que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Estados Unidos tras el desprendimiento de un panel ubicado en el lado izquierdo del aparato, sin que se registraran heridos graves.
Este panel servía para sellar un hueco diseñado para alojar una puerta adicional de emergencia, una medida habitual en aviones que realizan trayectos con poca densidad de pasaje.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ordenó de inmediato la inmovilización temporal de 171 aviones Boeing instalados con el mismo panel hasta que se averigüen las causas.
United Airlines, la aerolínea más afectada junto con Alaska Airlines, dijo este lunes que ha encontrado tornillos sueltos en sus aviones Boeing 737 Max 9.
“La Dirección General de Aviación Civil se coordinará con la FAA, Boeing y Lion Air para continuar monitoreando la situación y proporcionará más información a medida que se desarrolle la situación. La seguridad y protección de las operaciones aéreas sigue siendo nuestra prioridad”, subraya el ministerio indonesio.
Además de las citadas aerolíneas, otras compañías que cuentan en su flota este modelo de Boeing son la panameña Copa Airlines, la mexicana Aeroméxico, Iceland Air, Turkish Airlines y FlyDubai.
Este último incidente ha vuelto a poner en el punto de mira a los aviones Boeing 737 Max, que estuvieron inmovilizados en buena parte del mundo durante unos dos años tras dos accidentes con el modelo 737 Max 8 en los que murieron 346 personas, en Indonesia y Etiopía, en 2019 y 2020.
En esos dos casos, se determinó que el software de control de vuelo generó información errónea y puso a las aeronaves en posición de descenso, pese a los esfuerzos de los pilotos por revertir esa instrucción. EFE