Mirna Suárez es docente con 18 años de servicio, vive en Valencia y trabaja en una escuela en el municipio Los Guayos del estado Carabobo. Destaca que desde hace dos años su situación es “insostenible”, por lo que este martes 9 de enero se puso su franela que la identifica como profesora y se sumó a la asamblea que realizó el gremio educativo frente a la Escuela República del Perú, en la capital carabobeña, tras cumplirse un año del inicio de las protestas en exigencia de sueldos que les permitan vivir con dignidad.
Por Corresponsalía lapatilla.com
Suárez comenta que ya no se alegra cuando recibe su quincena; por el contrario, la invade la tristeza cada vez que revisa su cuenta bancaria. Detalló que su pago quincenal oscila entre 180 bolívares y 220 bolívares, monto insuficiente para cubrir la canasta alimentaria que en noviembre de 2023 se ubicó en 522,01 dólares o 19.314,47 bolívares, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Para generar ingresos extras, Suárez combina su trabajo como docente con otras actividades como venta de dulces y yogures, además de realizar “mandados”.
“Yo trabajo para otro municipio. Mis representantes me ayudan con el pasaje, a veces me llevan una harina (…) Siento tristeza y desolación porque no es posible que después de haber estudiado tanto y preparado tanto, tengamos que estar en esto. Ni siquiera trabajando todos los días me alcanza para el pasaje”, expresó.
Por otra parte, manifestó preocupación por el deterioro en los centros educativos. “Yo trabajo en una escuela donde ni siquiera tenemos agua, los baños no sirven, los niños pasan hambre, pasamos necesidad. Hay un PAE (Programa de Alimentación Escolar) que es granos y arroz, pero los niños tienen que llevar la sal, los aliños”, aseveró.
Hizo un llamado a la ministra de Educación, Yelitze Santaella, a cumplir con las exigencias del sector educativo. “No queremos que se ponga la mano en el corazón, queremos que sea justa. Un país sin educación no es un país, ¿Qué quiere? Un país de ignorantes, de gente que se deje manipular”, sostuvo.
Merma del salario
El secretario general de Sintraenseñanza Carabobo, Juan Tortolero, indicó que a un año del inicio de las protestas, el Gobierno nacional no ha dado respuestas a los reclamos en materia de salario y beneficios laborales, lo que se traduce en un detrimento en la calidad de vida de los profesionales de la educación.
Señaló que debido a la fluctuación cambiaria, los ingresos de los docentes han disminuido en el último año. Precisó que en enero de 2023, un docente VI ganaba entre 60 y 80 dólares al cambio, mientras que al inicio de este 2024 el salario en la misma categoría oscila entre 5 y 15 dólares.
Resaltó que a pesar de las desmejoras, los docentes siguen asistiendo a las aulas de clase dos o tres veces por semana.
Apuntó que entre las exigencias a la ministra de Educación, destaca la firma de la tercera convención única y unitaria. “De 66 cláusulas, solo se han aprobado 17 y tiene más de seis meses que no sabemos en qué condiciones está la mesa de negociación. Las federaciones y los sindicatos estamos prestos a ese llamado, porque los docentes necesitamos un incremento salarial digno”, mencionó.
Por su parte, la secretaria de reclamo y trabajo del Sindicato Unitario Magisterial, puntualizó que se han disminuido las primas y bonos del salario, no cuentan con HCM ni servicio funerario. Consideró que esto afecta los ingresos del patrimonio familiar.
“Hemos dejado de recrearnos, hemos dejado de comprar como hacíamos en 2008 o 2010 un mercado completo. La quincena apenas nos alcanza para cuatro días de sustento”, expresó.
Los voceros recordaron que los empleados públicos tienen más de 660 días sin incremento salarial, puesto que el más reciente se dio en marzo de 2022.
Afirmaron que continuarán con las acciones de protesta cívica, acompañados de padres y representantes, hasta que el Gobierno nacional garantice los derechos laborales.
Universitarios en precariedad
En la asamblea también estuvieron representantes del sector universitario, salud, trabajadores de la administración pública, jubilados y pensionados.
El vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo (Apuc), Gerardo Vásquez, calificó de “precaria” la situación de los profesores universitarios.
Detalló que el sueldo va desde 3.7 dólares hasta 60 dólares, esto último en el caso de un docente titular con dedicación exclusiva.
“La precariedad nos aborda en la pérdida de sistema de salud, HCM, previsión social y seguridad”, acotó.