Jubilados y pensionados de la región en compañía de empleados de la administración pública calificaron el 2024 como un año de retos y cambios. Dejaron claro que no abandonarán las calles hasta lograr un aumento de salario acorde a las necesidades de los venezolanos.
Por Corresponsalía lapatilla.com
A una sola voz, los asistentes a la protesta reiteraron que no quieren más bonos, quieren un salario digno según lo que estipula el artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Exigen una remuneración acorde a su trabajo, no limosna.
Aineska Piña, maestra marabina, dijo que los docentes inician 2024 en la calle, debido a que el Gobierno Nacional no cumplió sus promesas salariales el año pasado, como el “hallacazo” y un bono de 150 dólares.
“Hubo maestras que ni un trapito nuevo le pudieron comprar a su hijo, porque los aguinaldos son una miseria. Trabajar todo el año para nada. No hay medicamentos, si alguien se enferma de la familia debemos dar carrera. Yo le pregunto al presidente Maduro si él tiene para comprar medicinas, porque los maestros no”, señaló.
Así mismo, afirmó que los docentes que se incorporarán a las aulas solo si el Ministerio de Educación concreta la discusión del contrato colectivo. Calificó de denigrante que un maestro, que son los formadores del futuro, gane menos de 20 dólares por mes y para los pasajes necesitan 30 dólares mensuales.
Otra docente mencionó que el Gobierno aplica este principio: “Con Hambre es más fácil manejar y doblegar a los trabajadores públicos”. Cree que esa es la razón por la cual no aumentan el salario.
Golfredo Dávila, representantes de la Unión de Jubilados y Pensionados del Zulia, pidió a las autoridades nacionales reflexionar y tener un poco de sensibilidad con sus paisanos, en especial con los jubilados que solo perciben tres dólares y medio al mes. A su juicio eso no alcanza ni para un día de alimentación.
Rafael Morales, luchador social y representante sindical, recordó que centenares de abuelos están en situación de mendicidad, en las calles, pidiendo y pasando hambre.
“Yo como dos veces al día y compro medicinas, porque tengo familiares fuera del país que me ayudan. Vivo de la FE (Familiares en el Extranjero), si no fuera por ellos, qué fuera de mí. No abandonaremos la lucha”, acotó.
Los jubilados en compañía de la sociedad civil realizaron una caminata desde la estación principal del Metro de Maracaibo hasta la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Hania Salazar, presidente del Colegio de Enfermeras del Zulia, dijo que el gremio que representa no abandonará las calles. Resaltó que la meta es lograr un cambio político en el país, elegir un nuevo presidente.
“Este es un Gobierno indolente que ha jugado con el hambre del pueblo y la necesidad, no podemos permitir que sigan humillando nuestra dignidad. Un nuevo presidente enrumbará el progreso y bienestar del país”, enfatizó.