Ecuador lucha constantemente contra el tráfico de drogas. Dentro del mapa del narcotráfico se destacan “Los Choneros”, uno de los grupos criminales más importantes del país sudamericano, del que se tuvo noticia por primera vez a finales de los 90 como una organización narcotraficante establecida en la ciudad de Manta, población costera en la costa Pacífica de Ecuador.
Por larazon.es
Originalmente, las autoridades identificaron el grupo como brazo armado de un cartel narco colombiano, con control sobre las rutas de tráfico marítimas por el Pacífico hacia México y Estados Unidos. Sin embargo, la detención de las cabecillas del grupo en 2011, y su consiguiente integración al sistema penitenciario, dio origen a una década de evolución para Los Choneros.
Desde 2011, Los Choneros han evolucionado para convertirse en una de las bandas carcelarias más violentas de Ecuador, con presencia permanente en cárceles de todo el territorio ecuatoriano, y operaciones en múltiples ciudades, donde Los Choneros se dedican al microtráfico, sicariato, extorsión y contrabando. Los intentos de Ecuador por contener la violencia de bandas en las prisiones aceleraron la expansión de Los Choneros, lo que llevó a la creación de bandas leales, dependientes de esta, lo cual ha multiplicado la influencia de la organización criminal.
Sin embargo, cambios recientes en los mandos de Los Choneros han motivado las luchas internas en el grupo y sus subgrupos, lo que amenaza con echar por tierra el legado de poder de Los Choneros. En 2021, el grupo fue declarado objetivo por una coalición de bandas menores, entre quienes se contaban varios antiguos aliados, como los Tiguerones y los Chone Killers.
A lo largo de los dos años siguientes, los Choneros han perdido poder de manera progresiva frente a una alianza encabezada por los Lobos, otra banda ecuatoriana. Los Lobos han agrupado a la mayoría de enemigos de los Choneros, incluidos los Tiguerones y los Chone Killers, y han tomado el control de las rutas de narcotráfico que alguna vez controló la banda.
La vieja guardia de Los Choneros ha desaparecido en su mayoría, en especial con los homicidios de sus fundadores, Jorge Luis Zambrano, alias «Rasquiña», en diciembre de 2020, y de Junior Roldán, alias «JR», en mayo de 2023. Su fundador original, José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, sigue siendo uno de los mafiosos más prominentes de Ecuador, pero lleva décadas en prisión. En agosto de 2023, fue trasladado a una prisión de máxima seguridad en Guayaquil, en un intento de minimizar su influencia.
Origen
Los Choneros surgieron en la década de 1990 en Chone, una ciudad de la provincia de Manabí, al oeste de Ecuador. Allí creció e inició su carrera criminal como pequeño expendedor de estupefacientes el fundador del grupo, Jorge Busmarck Véliz España, alias “Teniente España”. A medida que su carrera avanzaba, Teniente España expandió su territorio y su operación para terminar controlando eventualmente las rutas internacionales de tráfico de narcóticos en las playas de Manta, Ecuador, ciudad sobre la costa Pacífica en Manabí.
Según las autoridades ecuatorianas, Los Choneros sirvieron como brazo armado de un cartel de drogas colombianos, que traficaba narcóticos a lo largo de rutas marítimas hacia Estados Unidos y México. El grupo también se hizo un nombre por sí mismo en ciudades aledañas a su bastión de Manta, donde el grupo perpetraba robos, secuestros, extorsión y sicariato.
A comienzos de la década de 2000, esta organización aumentó su fuerza en enfrentamientos con sus rivales por el control de las rutas de tráfico en el Pacífico. Las confrontaciones con Los Queseros, un antiguo rival, avivaron el uso de la violencia por parte de Los Choneros, después de que los conflictos entre los grupos terminaron con el asesinato de la esposa del Teniente España —un golpe ordenado por el jefe de Los Queseros, Carlos Vera Cedeño.
Tras la muerte de su esposa, Teniente España y Los Choneros desataron una guerra contra Los Queseros, que dejó decenas de miembros muertos en Los Queseros, entre ellos su líder. Solo se salvó la esposa de Cedeño.
En 2007, Teniente España cayó muerto en un enfrentamiento con Los Queseros en Santo Domingo, Manabí. Su muerte motivó una serie de cambios de mando en Los Choneros, pues los operativos policiales y los asesinatos perpetrados por bandas rivales llevaron a la salida de varios jefes consecutivos. A comienzos de la década de 2010, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, quien había asumido inicialmente el mando de Los Choneros tras la muerte del Teniente España, resurgió como jefe del grupo, pese a su captura y encarcelamiento en 2011.
El liderazgo de Rasquiña inició una década de transición para Los Choneros; con más miembros del grupo arrestados en operativos policiales dirigidos, y con Rasquiña dando órdenes desde la prisión, Los Choneros lentamente sufrió una metamorfosis hacia una pandilla carcelaria, aunque el grupo mantenía presencia en las calles. Este cambio de dinámica también reorientó el interés del grupo del narcotráfico internacional al microtráfico, el sicariato, la extorsión y el contrabando.
En 2019, Los Choneros volvieron a ganar la atención nacional, cuando la escalada de violencia en las prisiones llevó al presidente Lenín Moreno a declarar una crisis penitenciaria y a movilizar el ejército del país para calmar las guerras entre pandillas. Una faceta de la estrategia de Ecuador fue trasladar los mandos de las pandillas y miembros violentos, distribuyéndolos en todo el sistema penitenciario con el fin de desarticular las estructuras de mando de las pandillas carcelarias.
Sin embargo, el efecto de los traslados masivos de presos llevó a la creación de los subgrupos en el sistema penitenciario de Ecuador, lo que multiplicó la presencia de las guerras de pandillas en todo el país. Desde entonces, los Choneros han participado en una guerra de pandillas brutal contra sus enemigos, los Lobos, los Tiguerones y los Chone Killers, la cual ha llevado a escalado la violencia en Ecuador a niveles sin precedentes. La mayor parte de esa guerra, Los Choneros han llevado las de perder, con la consiguiente pérdida de poder.
Aunque conserva un poderío importante, con miles de reclutas en todo el territorio ecuatoriano, en la actualidad no se sabe con certeza qué tan unidos están los Choneros. La muerte de alias JR en mayo de 2023 y la larga permanencia en prisión de alias Fito, más los asesinatos de altos lugartenientes, indica que la banda no tiene una cabeza clara en la actualidad.