Una ola de tsunami de tres metros de altura alcanzó el malecón de la planta de energía nuclear de Shika, en la prefectura de Ishikawa, tras el terremoto de magnitud 7,6 que sacudió Japón la semana pasada, aunque no causó daños, recogió hoy la cadena estatal NHK.
Datos publicados por el operador de la central, Hokuriku Electric Power Company, indican que los medidores del nivel del mar registraron el tsunami alrededor de las seis de la tarde del pasado 1 de enero, dos horas después del temblor.
Sin embargo, ni esta ola ni otras menores que se alzaron cerca de la base de Shika minutos después del sismo causaron daños significativos en la planta, que cuenta con un malecón de cuatro metros para defenderse de potenciales tsunamis.
Algunos de los sistemas de la central que reciben electricidad externa dejaron de funcionar después de que el terremoto dañase las tuberías de los transformadores, por lo que se está recurriendo a otros medios para suministrar energía a algunos equipos.
También quedaron afectados elementos de una subestación y líneas de transmisión eléctrica, pero “el daño no tiene impacto en las operaciones de la planta”, cuyos reactores fueron desconectados tras el apagón nuclear de 2011.
Según las últimas cifras ofrecidas hoy por las autoridades locales de la prefectura de Ishikawa, la más afectada, el seísmo deja ya 203 muertos y 68 desparecidos.
El número de heridos leves y graves asciende a 565, mientras que 28.000 personas siguen desplazadas y las autoridades piden precaución ante posibles hipotermias por el temporal de frío que afecta a la zona.
EFE