La ciudad de Juan Griego es reconocida por sus hermosos atardeceres y llegó a tener una zona comercial de lo más pujante, pero hoy más del 90 % de los almacenes del puerto libre están cerrados definitivamente.
Por Dexcy Guédez//Corresponsalía lapatilla.com
Son cuadras completas de establecimientos clausurados, en muchos de los cuales se observa el aviso de venta.
Aunque los comerciantes temen a hablar sobre la debacle de esa zona, en el anonimato aseguran que los altos impuestos municipales han empujado a la segunda ciudad comercial de Margarita, al ocaso definitivo.
“La primera razón para que esté desolada la calle La Marina, que es la principal, es la ley de tributos que tenemos. Que no es amigable con el contribuyente. No busca la manera de hacer una conciliación entre las deudas. Primero, creo que son los tributos más altos que están a nivel regional. Y el segundo es el atosigamiento que tenemos”, expresó un comerciante con la condición de mantener el anonimato.
Indicó que tienen hasta el 15 de cada mes para declarar sus impuestos, y si no lo hacen en ese lapso, los fiscales de la alcaldía del municipio Marcano, van directamente con un punto de venta para que paguen la deuda.
“Ya uno sabe de por sí que si no declaras antes del 15, tienes una multa. Y ellos igual te vienen a buscar con un punto de venta para que lo hagas. Y el que no puede, no le queda más opción que cerrar e irse”, adicionó.
Más gastos que ganancias
En la calle La Marina, frente a la playa de Juan Griego, está un minicentro comercial que antes representó una opción para los pequeños comerciantes y emprendedores, pero actualmente está casi desolado.
“Caño Mánamo” es su nombre y de 31 pequeños locales, solamente 6 están activos, lo que representa menos del 20 %. A estos comerciantes también el peligro de cierre “le respira en la nuca”.
“No es justo que además de pagar el alquiler y los tributos a la alcaldía, hay que pagar las facturas de electricidad que llega por 150 dólares mensuales y el de agua en 300 dólares, y nunca tenemos ese servicio”, alertó una comerciante que también prefirió no revelar su nombre por miedo a retaliaciones desde la municipalidad.
Explicó que con la nueva Ley Tributaria, la patente debe ser renovada cada 3 años, pero deben pagar 15 euros por trámites de propaganda, renovación y todos los permisos que tengan que gestionar.
Liquidación por cierre
El destino juega una mala pasada a una perfumería que tiene 40 años en la principal calle comercial de la ciudad crepuscular de Margarita.
Su propietario no quiso identificarse por las mismas razones del resto de los pocos comerciantes que allí quedan y que hasta ahora han logrado sobrevivir al cerco tributario que les ahoga.
“Estoy liquidando para irme, porque aquí no viene nadie. Antes eran oleadas de personas para comprar los perfumes de su agrado y los de moda”, comenta sin saber que estaba frente al equipo reporteril de lapatilla.com.
A la pregunta sobre los turistas extranjeros que están entrando a la isla que pudieran movilizar a la economía local, dijo que los rusos no compran y cuando lo hacen, piden rebaja.
“Qué vienen a hacer aquí esos amigos de Maduro (Nicolás), si no compran. Si se ofrecen dos cervezas por un dólar, ellos quieren 3 por el mismo precio”, recalcó.
Reactivada venta de comidas
Algunos establecimientos que cambiaron de ramo a tiempo para vender alimentos, se han reactivado en los últimos meses, gracias a los residentes de la zona que los han dinamizado.
“La gente que compra vive en los alrededores del centro y compran generalmente cuando perciben los bonos a través del Sistema Patria”, comentó uno de los comerciantes que ha visto resurgir su establecimiento comercial de víveres y alimentos no perecederos.
En el recorrido que realizó el equipo reporteril de lapatilla.com por el casco comercial de Juan Griego, lastimosamente se apreció que no llegan a 20 las tiendas abiertas.
La gestión del alcalde chavista del municipio Marcano, Yul Armas, en vez de aupar el desarrollo económico de la ciudad, lo que ha provocado es la quiebra de muchos comerciantes con altas tasas impositivas imposibles de pagar en un contexto de recesión económica. Los resultados están a la vista de todos: Juan Griego es hoy un cementerio de locales cerrados, un pueblo fantasma, devastado por la voracidad del chavismo.