El video dura unos 19 segundos e inmediatamente empezó a circular por WhatsApp e Instagram. En el mismo se ven varias enfermeras y médicos residentes agrupados en el pasillo, mientras se escucha la voz de una mujer reclamando: “Le quitaron el oxígeno al bebé. Por su culpa se murió. Ni siquiera estaban pendientes, estaban todos sentados, fue la mamá la que se dio cuenta que el niño no estaba respirando. Sal, porque igualito te voy a grabar y te voy a rayar por todos lados”. En el fondo, se escuchan unos gritos y el llanto de una mujer.
Por Pableysa Ostos/Corresponsalía lapatilla.com
Horas después se conoció que todo el incidente ocurrió en el Complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez, en Ciudad Bolívar, al sur del país.
Edmary Goya explicó su cesaria fue el 6 de enero de 2024, y que su hijo nació a las 6:41 de la tarde. El neonato salió del útero materno con ocho meses y dos días de gestación. “Me dijeron que debido a la pérdida de líquido y que obviamente yo tuve una taquicardia y el niño también. El niño tenía sus pulmones no muy bien, no estaban madurados e iba a tener oxígeno. Lo iban a dejar en oxígeno durante 72 horas y bajo estricta vigilancia médica. Desde el 6 de enero hasta el día de su muerte, ningún médico se dirigió a mí. Yo fui a todos los horarios de visita que me pusieron. Intenté hablar con médicos, enfermeras, pero no había médicos (…) solamente hubo enfermeras”.
La mujer denunció al equipo reporteril de lapatilla.com lo que pasó en el hospital con su bebé. “Las enfermeras me dijeron que tenía que hablar con un especialista, él está estable. Nunca me dijeron qué medicamento le estaban administrando, ni para qué. A mi pareja, que también le tocaba horario de visita una vez al día, pero no solamente fue una vez al día, fueron varias veces que él intentó saber del estado del niño, porque yo estaba recién cesareada y no podía estar yendo a cada rato. Entonces, lo rebotaban, le decían que no estuviera preguntando tanto, que el niño está estable, que no hay especialista, que espere, etc.”.
Recuerda que para el día 8 de enero, a su pareja le tocaba ir en horas de la tarde a visitar a su hijo. Afirma que tenía oxígeno, pero ya no tenía la sonda y tampoco tenía el monitor de signos vitales.
“Intentó hablar con la residente, quien groseramente le responde que ya deje de estar preguntando porque, como te decía, mi pareja iba a intentar saber fuera de las horas el estado del niño y ella le responde que deje de estar preguntándole a todo el mundo, que nadie le va a dar respuesta, que tiene que esperar. Él de la misma manera que ella, le responde. Él se molesta y le dice: Entonces, ¿a quién él le va a preguntar? Porque él intenta saber y nadie le dice nada. Total, que en esa disputa entre los dos, ella le dice, ‘acá lo que pasa es que al bebé no se le está poniendo nada para madurar los pulmones porque eso es mediante el oxígeno y la incubadora. Y tienes que esperar a que venga el especialista porque él está estable’. Ya, eso es todo lo que le dijeron”.
La pesadilla
Horas más tarde, Edmary Goya se trasladó hasta el hospital para cumplir con su hora de visita. Según su relato, vio a los residentes sentados, hablando entre ellos, otros con sus celulares. “Me acerco a la incubadora que estaba a menos de un metro de ellos. Me acerco a la incubadora, veo al niño sin color, sin sonda, no se movía, no respiraba, no tenía oxígeno, ni mucho menos monitores. Con decirte que el niño ni siquiera tenía dentro de la incubadora ningún cable como para decir que algo se le salió. No estaba nada de lo que él ya tenía. El niño ya estaba muerto, el niño ya no respiraba. Cuando entro y veo, me quedé en shock y les digo que porqué mi hijo está así, y me dicen ‘¿así cómo?’ O sea, con aquella cara de ‘no me di cuenta de lo que estoy haciendo”.
Goya admite que fue ella quien salió para avisar que su hijo no estaba respirando. Fue en ese momento que el personal médico buscó atender el caso. A ella la llevaron hasta la recepción de cuidados neonatales para decirle que esperara ahí.
Según una de las residentes, el niño tenía apnea. “Luego me dice, hizo una bradicardia. Y luego me dice, lo van a intubar porque puede estar a punto de un paro respiratorio. Cuando me dice esa noticia tan fuerte, yo les digo: ‘No me digas eso porque mi hijo no tenía oxígeno, ¿cómo me estás diciendo eso?’ Salgo de la sala de parto en busca de mi pareja. Cuando regreso con mi pareja a esperar noticias del niño, en lo que ellos supuestamente estaban intentando estabilizar al niño, sale otro residente a decirme que se hizo todo lo posible, intubar, ventilar, pero el niño no se salvó”.
Sin respuestas
“Me tragué las lágrimas, me tragué el dolor y me paré. Y le digo, ‘entonces explícame cómo bajo tu cuidado mi hijo no tenía oxígeno y no tenía un monitor si dependía de eso’. Y él muy tranquilamente me responde que lo sabe y que no tiene justificación. No sé cómo describirte la sensación en ese momento de que te están admitiendo que a tu hijo le quitaron el oxígeno, lo descuidaron, no estuvo bajo vigilancia médica”.
Cabe destacar que el niño debía tener oxígeno por 72 horas, pero el lunes 8 de enero a las 9:00 de la noche, su madre lo encontró muerto. Apenas estaba cumpliendo 48 horas con oxígeno, es decir, se lo quitaron antes del tiempo recomendado.
“Quién sabe por qué motivo no vigilaron al niño, no hubo un monitoreo, no hubo monitor de signos vitales, no se dieron cuenta, y tuve que encontrarlo muerto en su incubadora y darles el aviso a ellos para que intentaran hacer algo. Lo que hicieron fue tapar el sol con un dedo diciendo que intentaron intubar, que ventilaron”, describió.
Los familiares del bebé también denunciaron que al papá del menor le entregaron un informe con los datos equivocados, información de otra madre y de otro niño, con patologías y diagnósticos diferentes, firmado por el médico cirujano.
“Ellos vienen inmediatamente a querer quitar el informe que dieron, informe que no nos quitaron, nosotros lo tenemos como prueba de una negligencia más. Le entregan al padre del niño otro informe, donde hablan en el diagnóstico de insuficiencia respiratoria, que ya lo sabíamos porque obviamente el niño no tenía sus pulmones madurados, por ende, necesitaba el oxígeno. Hablan de una sepsis neonatal, cosa que tampoco informaron, porque al niño se le mandó a hacer una sola vez exámenes, exámenes de los cuales ellos nunca nos dieron respuesta, nunca nos dieron explicación, nunca vinieron y dijeron, mira el niño revela esto, esto y esto en sus exámenes”, detallaron los familiares.
El 9 de enero fue que recibieron el nuevo informe médico. Afirman que hasta la fecha ningún médico se dirigió a ellos para explicarles el motivo por el cual el niño se murió.
“Ningún especialista, porque tengo que decirlo así, ningún especialista, ningún pediatra se acercó a hablarme del caso del niño, se acercó a hablarme del motivo de la muerte, del diagnóstico, de la patología. Hasta ahora, absolutamente nadie me dio respuesta del por qué mi hijo no tenía oxígeno, si tenía que estar bajo oxígeno y bajo estricta vigilancia médica. Vigilancia médica que los residentes de ese día, de esa guardia de turno, no le dieron y por eso yo tuve que encontrar a mi hijo muerto y avisarles a ellos que mi hijo ya estaba muerto”, puntualizó Goya.
Trascendió que los parientes del bebé procederán de forma legal a fin de recibir respuestas por parte del personal médico del Hospital Universitario Ruiz y Páez.