Quienes sueñan con ganar la lotería y cambiar su vida en un golpe de suerte deben poner mucha atención, no solo para estar seguros de que tienen un boleto ganador, sino porque es importante conocer las reglas si es que no se quiere perder gran parte del premio tal como le sucedió a un hombre en Carolina del Norte.
Por El Tiempo
Tras haber comprado un billete raspable en US$20, Toy McLeod se emocionó al descubrir que se había llevado un premio de US$2’000.000, eso quería decir que había desafiado las probabilidades que son de más de uno entre 1,8 millones, según la lotería de Carolina del Norte.
Cuando se trata de un premio tan grande es necesario acudir directamente a las oficinas de la lotería, lo cual hizo el pasado 2 de enero. Entonces tuvo que decidir si quería obtener el premio como una suma global o en cuotas pequeñas a lo largo de 20 años.
Su decisión fue llevarse el premio completo, y entonces tuvo que enfrentarse al primer corte a sus US$2’000.000 y únicamente pudo llevarse US$1’200.000 es decir que fueron deducidos de inmediato US$800.000.
Más de un millón de dólares todavía es un premio significativo, por lo que no habría mayor queja. Sin embargo, el hombre tuvo después que enfrentarse a impuestos federales y estatales por lo que, al final, la cantidad se redujo todavía más y finalmente solo pudo llevarse US$858.006, de acuerdo con las autoridades de la lotería.
¿Por qué un premio de US$2’000.000 terminó en menos de US$900.000?
Las reglas de la lotería y los impuestos que aplican a los premios varían por estado, por eso es importante conocer las condiciones en cada caso para tomar la mejor decisión si se llega a ganar un premio grande.
El Servicio Interno de Impuestos de Estados Unidos (IRS por sus siglas en inglés) graba las ganancias de la lotería superiores a US$5.000 a una tasa del 24 por ciento, es por ello que de los US$2’000.000 tuvieron que restarse inicialmente US$800.000.
Después de ello hay que considerar que los gravámenes por estado también pueden variar según la cantidad. En Carolina del Norte, los ganadores de la lotería tienen que pagar una taza de 5,25 por ciento, aunque es mucho menor que en estados como Nueva Jersey y Nueva York, en donde superan el 8 por ciento.
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