Los sandinistas de Nicaragua y el régimen cubano de los hermanos Fidel y Raúl Castro tuvieron supuestos negocios con el poderoso Cartel de Medellín que lideraba Pablo Escobar, según una narración inédita del condenado narcotraficante colombiano Carlos Lehder.
Extraditado en 1987 a Estados Unidos, Lehder lanzó recientemente el libro “Vida y Muerte del Cartel de Medellín“, en el que cuenta pormenores de las conexiones y crímenes de esa organización criminal que llegó a ser la mayor exportadora de cocaína del mundo.
El colombo-alemán era uno de sus cabecillas junto a Escobar, abatido en 1993, y fue condenado a cadena perpetua, pero en 2020 fue trasladado a Alemania tras colaborar con la justicia estadounidense.
En una entrevista este lunes con la emisora La W describió supuestos negocios que sostuvo el Cartel con el régimen comunista de los Castro en Cuba para permitir que aviones cargados de droga aterrizaran en la isla.
“Yo contraté con el gobierno cubano autorizado por Pablo (Escobar) y por Gustavo (Gaviria), el primo de Pablo, (…) para transportar cocaína hacia las Bahamas“, dijo el capo de 74 años, quien vive en Fráncfort.
“Yo no hubiese podido ingresar a Cuba en mi propio avión (…) sin el permiso, sin la venia de Fidel Castro mismo“, aseguró.
Lehder profundiza en el libro, uno de los más vendidos en Colombia desde su lanzamiento.
Allí asegura que llegó a acuerdos con Antonio de la Guardia, entonces jefe de la Corporación de Importadores y Exportadores (Cimex) de Cuba para utilizar pistas de aterrizaje, con autorización de “sus superiores“.
“Allí llegaban los aviones cargados de coca desde laboratorios del Amazonas, al igual que aviones procedentes de la zona de Santa Cruz“, una región de Bolivia que producía grandes cantidades de cocaína, dice en su texto y narra un breve encuentro que tuvo con Fidel Castro en La Habana.
Lehder también confiesa detalles sobre la hasta ahora poco conocida presunta relación con los sandinistas que gobiernan Nicaragua.
Señala que en 1984 se refugió en Managua mientras huía de las autoridades y estableció acuerdos con el fallecido comandante sandinista y exminsitro del Interior Tomás Borge, quien llegó a ser vinculado por la DEA con una red de narcotráfico, y su asistente Federico Vaughan.
“Vaughan fue muy claro en que el régimen sandinista estaba dispuesto a permitirle al cartel la utilización de unas pistas de aterrizaje para transportar cocaína sudamericana hacia México a cambio de varios millones de dólares en efectivo“, cuenta Lehder.
Los crímenes que Lehder señala no han sido condenados por la justicia. Previo a su captura era reconocido por su comportamiento díscolo y ser la mente detrás de los primeros envíos de cocaína en aviones desde Colombia. AFP