El Ejército de Pakistán atacó este jueves varias ubicaciones de grupos insurgentes en Irán, dos días después de que Teherán bombardeara dos bases de un grupo terrorista situadas en suelo paquistaní, desencadenando una crisis diplomática.
“La operación se llevó a cabo a las 6:30 hora local (1:30 GMT) y se atacaron al menos siete escondites de los grupos terroristas Ejército de Liberación Baluchi y Frente de Liberación Baluchi“, dijo a EFE una fuente militar bajo condición de anonimato.
El Ministerio de Exteriores paquistaní informó en un comunicado que varios terroristas murieron durante los bombardeos, que sacudieron escondites insurgentes en la provincia iraní de Siestan-o-Baluchistan, vecina con Pakistán, y se efectuaron “debido a la falta de acción” de Irán para atajar la actividad de los insurgentes.
“Pakistán respeta plenamente la soberanía y la integridad territorial de la República Islámica de Irán. El único objetivo del acto de hoy fue la búsqueda de la propia seguridad y el interés nacional de Pakistán, que es primordial y no puede verse comprometido“, agregó Exteriores paquistaní.
Además, advirtió que seguiría adoptando “todas las medidas necesarias para preservar la seguridad” de Pakistán, y resaltó que no permitiría que su soberanía o integridad territorial fueran cuestionadas bajo ninguna circunstancia.
“Irán es un país hermano y el pueblo de Pakistán siente un gran respeto y afecto por el pueblo iraní. Siempre hemos enfatizado el diálogo y la cooperación para enfrentar desafíos comunes, incluida la amenaza del terrorismo, y continuaremos esforzándonos por encontrar soluciones conjuntas“, sentenció la declaración.
Estos ataques suceden después de que Irán atacara el pasado martes con misiles y drones dos bases del grupo terrorista suní Yeish al Adl en territorio de Pakistán, en los que fallecieron dos niños, según Islamabad, que advirtió de “graves consecuencias“.
En represalia, el Gobierno paquistaní llamó a consultas a su embajador en Teherán y anunció la suspensión de todas las visitas de alto nivel con Irán, al mismo tiempo que solicitó al país persa la retirada de su embajador en Islamabad.
El ministro de Relaciones Exteriores paquistaní Jalil Abbas Jilani, interactuó anoche en una llamada telefónica con su homólogo iraní Hossein Amir Abdollahian, donde le insistió que el ataque iraní “no solo fue una grave violación de la soberanía de Pakistán sino también una violación flagrante del derecho internacional y del espíritu de las relaciones bilaterales entre Pakistán e Irán“. EFE