El Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de EE.UU. solicitó este jueves al secretario de Defensa, Lloyd Austin, que comparezca ante el Congreso el mes que viene por no avisar a la Casa Blanca inmediatamente cuando fue hospitalizado el pasado 22 de diciembre, informaron medios locales.
“Mantener la fuerza más preparada y letal posible requiere que todos (los miembros) de la comunidad de seguridad nacional puedan confiar en la disponibilidad y transparencia del secretario de Defensa“, afirmó el presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Mike Rogers, en una carta dirigida a Austin.
En esta misiva de cuatro páginas, Rogers -congresista del Partido Republicano por Alabama- pedía el testimonio del jefe del Pentágono en una audiencia el 14 de febrero para que éste aporte detalles sobre por qué el Departamento de Defensa esperó tres días para comunicar que estaba en la unidad de cuidados intensivos (UCI) a los funcionarios de la Casa Blanca.
Asimismo, el político conservador pretende que el secretario de Defensa explique cómo se desarrollaron sus intercambios con la Casa Blanca o cómo se ejerció el traspaso temporal de poderes a la subsecretaria Kathleen Hicks, entre otras cuestiones.
“Lamentablemente, usted no ha explicado estos aspectos recientemente (…) Todo lo que no sea eso es completamente inaceptable“, interpeló Rogers a Austin en la carta.
El jefe del Pentágono fue dado de alta este lunes tras dos semanas ingresado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, a las afueras de Washington, y en medio de una gran polémica porque el presidente del país, Joe Biden, no fue inmediatamente informado de su hospitalización.
El secretario de Defensa, de 70 años, padece cáncer de próstata y fue sometido el pasado 22 de diciembre a una prostatectomía. Aunque posteriormente fue dado de alta, el 1 de enero por la noche volvió al centro médico por una infección del tracto urinario derivada de la operación y fue ingresado en la UCI.
Ni Austin ni su equipo comunicaron a Biden la situación hasta el 4 de enero y el Pentágono no emitió un comunicado de prensa hasta el 5 de enero. Tres días después se hizo público que sufría cáncer.
Tanto el Pentágono como el secretario de Defensa han entonado el ‘mea culpa’ reconociendo que podrían haberlo gestionado mejor y, al igual que en la Casa Blanca, se ha abierto una revisión interna para revisar los protocolos de información y mejorar la transparencia.
La oposición ha denunciado que durante esos días hubo un vacío de poder al frente del Pentágono en un momento crítico, en el que la guerra de Gaza amenaza con una escalada regional en Oriente Medio. EFE