La guerra en Ucrania ha impulsado la rehabilitación de la controvertida figura de Iósif Stalin, que condujo a la Unión Soviética a la victoria sobre la Alemania nazi, maquillando el lado oscuro del dictador. “Ahora el nombre de Stalin, el recuerdo de la guerra y la URSS se utilizan con un solo objetivo: convencer al pueblo ruso de que la operación militar especial en Ucrania es tan justa como la Gran Guerra Patria”, comentó a EFE Yákov Dzhugashvili, bisnieto de Stalin.
Por La Razón
La rehabilitación de Stalin coincide con el centenario el domingo de la muerte del líder de la Revolución Bolchevique, Vladímir Lenin, al que el actual jefe del Kremlin, Vladímir Putin, culpa de muchos de los males que desembocaron en la desintegración soviética.
Blanqueamiento en los manuales de historia
El blanqueamiento comienza con los libros de historia. Los nuevos manuales para los estudiantes de los dos últimos cursos de la secundaria muestran una imagen del dictador totalmente diferente a la de los textos publicados tras la caída de la URSS.
“Si en los libros financiados en los años 90 por la Fundación Soros, era un tirano, una bestia, un pésimo comandante (…), hoy en nuestro manual unificado el papel de Stalin se presenta de manera adecuada, es decir, objetivamente”, explicó Mijaíl Miagkov, director de la Sociedad Histórico-Militar de Rusia.
Los manuales admiten las brutales purgas estalinistas, pero las enmarcan en una difícil situación internacional y en los temores a una conspiración trotskista y la aparición de una quinta columna.
Al mismo tiempo, los textos destacan que, como el pueblo desconocía la “auténtica magnitud” de la represión, “la popularidad de Stalin entre la gente no sólo se redujo, sino que creció aún más”.
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