Como individuos, quedan reducidos a sus dimensiones “humanas y demasiados humanas”.
Intuyo en Jaime Bayly una dulce venganza literaria hacia ambos consagrados escritores, y, en particular, hacia su paisano peruano Vargas Llosa. Como ejemplo, cuando pone a decir a la agente literaria de ambos, Carmen Balcels, que “García Márquez es el genio y Vargas Llosa el primero de la clase”.
Jaime Bayly, sin duda está bien informado y maneja muy bien la historia, escribe bien y mantiene la atención del lector. Maneja la ironía y el humor, recrea la picaresca amatoria de ambos autores en la época en que sitúa la narración, con toques de erotismo bien logrados. Incluso, escribe algunas páginas brillantes. En particular, me gustó mucho cuando narra el entierro de la pierna del dictador Velasco Alvarado, hilarante realismo mágico y retrato apropiado de nuestros dictadores, ignorantes, arrogantes y primitivos.
En el trasfondo de este libro, también se recrea bastante bien el clima de la época en torno al llamado “boom literario latinoamericano” y sus principales figuras y circunstancias. El protagonismo mercantil de la industria editorial catalana, Castro y Cuba, los vínculos políticos e ideológicos de los escritores, el éxito económico, la fama y estilos de vida, etc. No es poca cosa para una ficción que, en el fondo, es una crónica de una mitología y de dos mitos literarios.