Según la Constitución este año celebraremos elecciones presidenciales. Lo que significa después de 24 años una oportunidad única para el cambio. Nunca la oposición había tenido un líder con tanto apoyo popular y solidez como María Corina de cara a unas presidenciales. Una visión de la realidad sustentada en estudios de opinión profundos, señala que más del 90% de la población rechaza el continuismo y apoya el cambio que representa María Corina. La oposición democrática escogió en primarias con 93% de apoyo a María Corina Machado, quien a demostrado un coraje fuera de serie, una voluntad de hierro y el ser una trabajadora incansable que ha recorrido en múltiples oportunidades todo el país, a pesar del saboteo y de haber recibido todo tipo de ataques y amenazas.
El desgobierno aprovechando el secuestro de todos los poderes públicos trata de impedir la inscripción de la abanderada presidencial. Aquí pueden recrudecer las sanciones, tal y como lo acaba de advertir EEUU una vez más. Cuba, Nicaragua y Venezuela compiten en materia de violaciones a los derechos humanos. Este año también hay elecciones en los EEUU, lo que obligará al gobierno norteamericano, si quiere ganar estados como Florida, a apretarse el cinturón con relación a lo que ocurre en el hemisferio. Los Republicanos también presionarán en esa dirección.
María Corina suma todos los días y une cada vez más a la alternativa democrática. Tiene que seguir como va, siendo el símbolo del cambio y la unión que la inmensa mayoría del pueblo clama. Progresivamente hay que ir sacando más y más el pueblo a la calle, hasta que toda Venezuela obligue a Maduro a enfrentarse a María Corina en la elección. La presión nacional e internacional son decisivas. Impedir el fenómeno prodigioso de María Corina no tendría ningún fundamento jurídico, contraria la Constitución, los tratados internacionales en materia de derechos humanos y el mismo acuerdo de Barbados. Es tiempo de dar el todo por el todo. Es la hora de la verdad, sino habrá que esperar quizá hasta nunca. Los procesos electorales son detonantes para implosionar a los regímenes usurpadores, que solo tienen como objetivo el poder por el poder perpetuo. De todos y de cada uno depende…
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