Un equipo de investigadores japoneses ha logrado hacer caminar, detenerse y girar con movimientos precisos a un robot de dos patas compuesto de tejidos rígidos y flexibles, a modo de los huesos y músculos de los humanos, según recoge hoy un estudio publicado en la revista Matter.
Para construir un robot más ágil y con movimientos más sofisticados de lo que se había logrado hasta ahora, los investigadores diseñaron un robot biohíbrido que imita la marcha humana y funciona en el agua.
El robot tiene una base de espuma en la parte superior y patas lastradas que le ayudan a mantenerse erguido bajo el agua.
Se trata de lo que los científicos denominan un robot biohíbrido, que está hecho principalmente de caucho de silicona (con capacidad de doblarse y flexionarse para adaptarse a los movimientos musculares) y de tiras de tejido muscular esquelético cultivado en laboratorio, que van fijadas al caucho y a cada pata.
Cómo se mueve
Cuando los investigadores aplicaron electricidad al tejido muscular, éste se contrajo y levantó la pierna, mientras que al desaparecer la electricidad, el talón de la pierna caía hacia delante.
Alternando la estimulación eléctrica entre la pierna izquierda y la derecha cada 5 segundos, el robot biohíbrido consiguió “caminar” a una velocidad de 5,4 milímetros por minuto (mm/min).
Para girar, los investigadores electrocutaron repetidamente la pierna derecha cada 5 segundos mientras la izquierda servía de anclaje, logrando que el robot realizase un giro de 90 grados a la izquierda en 62 segundos.
“Estalló una ovación en el laboratorio cuando vimos al robot caminar con éxito en el vídeo, aunque parezcan pequeños pasos, son, de hecho, pasos de gigante para los robots biohíbridos”, señala uno de los autores Shoji Takeuchi, investigador de la Universidad de Tokio.
Un paso adelante en la robótica
Este innovador diseño bípedo se basa en el legado de los robots biohíbridos que aprovechan tejidos musculares para lograr que estos robots de dos patas puedan arrastrarse, nadar en línea recta y realizar giros suavemente.
Este avance, dota por primera vez a estos robots de la capacidad de pivotar y realizar giros bruscos, algo esencial para que puedan evitar obstáculos.
“En la actualidad, movemos manualmente un par de electrodos para aplicar un campo eléctrico individual a las piernas del robot, lo que lleva tiempo. Más adelante, integrando los electrodos en el robot aumentaremos la velocidad de sus movimientos de forma más eficiente”, agrega el investigador en un comunicado.
El equipo también planea dotar al robot bípedo de articulaciones y tejidos musculares más gruesos para permitir movimientos más sofisticados y potentes, si bien antes deberán integrar un sistema de suministro de nutrientes para sostener los tejidos vivos y las estructuras del dispositivo que permiten al robot funcionar en el aire.
EFE