Kevin Monahan fue hallado culpable de matar con su escopeta a Kaylin Gillis, joven de 20 años que iba en un auto que dio un giro equivocado en una zona residencial del condado Washington en el norte de Nueva York.
Por El Diario NY
Gillis viajaba en el asiento delantero del pasajero en una camioneta Ford Explorer con otras tres personas buscando una dirección residencial en la localidad Hebron la noche del 15 de abril de 2023. Su novio, que conducía el vehículo, giró por el camino equivocado antes de darse cuenta del error e intentó retroceder frente a una casa. Pero cuando se iban el propietario Monahan salió al porche y disparó una escopeta dos veces al auto, alcanzando a la joven.
Su novio que conducía el auto, Blake Walsh, dijo a NBC News que ellos pensaban que estaban en la dirección correcta pero que “no tenían ningún servicio celular para averiguarlo”.
Durante el juicio la defensa argumentó sin éxito que el tiroteo fue un accidente causado por un arma defectuosa. Monahan, de 66 años, testificó que sintió que su casa estaba “asediada” cuando la caravana de dos automóviles y una motocicleta se detuvo en su camino de entrada. Admitió haber disparado un tiro de advertencia, pero dijo que el segundo disparo fatal ocurrió después de que tropezó y la escopeta golpeó la cubierta, provocando una descarga involuntaria, reseñó Daily News.
Los fiscales argumentaron lo contrario. “Actuó por ira. Eso es lo único que se puede inferir de disparar a personas dentro de los 90 segundos de haber estado en su propiedad”, dijo el fiscal asistente de distrito Christian Morris durante los argumentos finales el martes. “Agarró su escopeta y tenía la intención de hacerlos irse lo más rápido posible y no le importaba si resultaban heridos o muertos, siempre y cuando se fueran”.
El jurado emitió su veredicto después de menos de una hora de deliberar. Monahan también fue condenado por poner en peligro imprudentemente y alterar pruebas físicas. Ahora queda pendiente su sentencia.
Andrew Gillis, padre de la víctima, dijo que el año pasado que esperaba que el asesino de su hija “muera en la cárcel”, reportó New York Post.
En un caso similar, dos semanas antes de la muerte de Gillis, una maestra de El Bronx (NYC) fue baleada fatalmente dentro de su auto con su niña a bordo en Long Island. La policía cree que fue una víctima al azar de un tiroteo pandillero. Tres jóvenes han sido detenidos por el caso, incluyendo un menor de edad.
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