Carlos Luis León murió ahogado en el río Bravo el 21 de de diciembre cuando estaba cerca de llegar a territorio estadounidense. Su esposa, Dayana Graterol, aún pide ayuda económica para reunir todo el dinero que una funeraria en la ciudad mexicana de Matamoros creme el cuerpo del joven y le envíe las cenizas hacia Utah, donde se encuentra actualmente junto a sus dos hijos y un sobrino.
Por El Diario NY
La mujer, en conversación con El Diario de Nueva York, manifestó: “(El cuerpo) lo tienen los forenses de matamoros y actualmente estoy pidiendo ayuda porque no tengo el dinero que me está cobrando la funeraria. He hecho rifas, he recibido algunas donaciones, pero aún no tengo el dinero completo”.
Indicó que la funeraria le está cobrando $4,500 dólares, de los cuales tiene $1,500. Aún le falta reunir $3,000 dólares y, de no lograr pagar los servicios dentro de algunas semanas, el cuerpo de Carlos Luis León podría terminar en una fosa común en México. La compañía solo puede conservarlo durante un mes y medio.
La muerte del venezolano quedó registrada en un video que se viralizó en las redes sociales. Las terribles imágenes muestran los momentos de angustia en los que el joven luchaba por salir del río Bravo, pero junto a él se encontraba un haitiano que también se ahogaba y, en su desespero por sobrevivir, jalaba a Carlos y le imposibilitó mantenerse a flote.
Cruzaron la selva del Darién
La familia —Carlos, Dayana, sus hijos Carlos Alejandro y Jorge Alejandro y su sobrino Daniel— salió el 20 de noviembre de Venezuela. Como miles de connacionales que avanzan hacia Estados Unidos, cruzó la peligrosa selva de Darién y avanzó hacia el norte, superando las dificultades que le presentaban además en países de Centroamérica y en México.
En territorio mexicano, adonde llegaron a principios de diciembre y fueron recibidos por un amigo, solicitaron el asilo Estados Unidos. Tres semanas después, aún sin recibir respuestas por parte de las autoridades estadounidenses, sin tener cómo pagar el alquiler y comprar comida, decidieron entregarse en la frontera entre Matamoros y Brownsville (Texas).
“Llegamos a Matamoros en la mañana y estaba rudo para pasar. Desafortunadamente en la tarde, cuando decidimos pasar todos, mi esposo murió ahogado. En el video se ve claramente que el haitiano terminó de ahogarlo. Mi sobrino es el chico que sale ahí y él trato de salvarlo (a Carlos), pero no pudo”, dijo la mujer a El Diario de Nueva York.
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