El Inter Miami cayó este lunes 4-3 ante el Al-Hilal saudita en un amistoso en el que Luis Suárez anotó su primer gol con el equipo estadounidense y Lionel Messi abrió de penalti su cuenta de esta pretemporada.
La escuadra de Gerardo Martino remontó la desventaja de 1-3 que sufría al descanso en el Kingdom Arena de Riad pero el brasileño Malcom colocó el definitivo 4-3 en el minuto 88, solo segundos después de que Messi fuera sustituido.
Con esta derrota ante el equipo de Neymar, que fue baja por su grave lesión, el Inter Miami sigue sin conocer la victoria en sus tres primeros ensayos de preparación de la temporada de la MLS, que arranca el 21 de febrero.
El Inter anotó por mediación de Suárez en el minuto 34, de Messi de penalti en el 54 y del joven internacional hondureño David Ruiz en el 55.
Los goles del Al-Hilal fueron obra del serbio Aleksandar Mitrovic en el minuto 10, el saudita Abdullah Al-Hamdan (13′) y los brasileños Michael (44′) y Malcom (88′), quien fue compañero de Messi en el Barcelona.
El Inter, que anteriormente había empatado ante la selección de El Salvador (0-0) y perdido ante el FC Dallas (1-0), tendrá el jueves la segunda parada de su gira asiática frente al también saudita Al-Nassr, en un esperado reencuentro de Messi con el portugués Cristiano Ronaldo.
El estadio Kingdom Arena de Riad se vistió de gala el lunes para recibir al capitán argentino, quien ejerce de embajador turístico del reino saudita y fue objeto de deseo de la acaudalada liga local cuando el año pasado abandonó el Paris Saint-Germain y buscó un nuevo destino lejos del fútbol europeo.
Finalmente Messi no siguió el camino de muchas estrellas que aceptaron las estratosféricas ofertas sauditas, entre ellas Neymar, quien se perdió el duelo ante el argentino y Suárez, sus socios en la temible delantera ‘MSN’ del Barcelona.
Decepción final
Aun sin Neymar y otras muchas bajas por las actuales Copas Asiática y Africanas, las figuras del Al-Hilal no tardaron en dar el primer zarpazo a la débil defensa del Inter.
El lateral brasileño Renan Lodi, la última gran adquisición del líder de la Saudi Pro League, lanzó una fulminante triangulación con los serbios Milinkovic-Savic y Mitrovic, que definió con un potente disparo cruzado.
Con solo 13 minutos de juego los locales ya ganaban 2-0 después de que Al-Hamdan aprovechara un deficiente rechace en el área del zaguero Noah Allen para enganchar un zurdazo ajustado al poste.
Impreciso hasta entonces, Messi intentó activar las llegadas por la banda izquierda de Suárez y Jordi Alba.
El Inter descontó pasada la media hora en una acción que arrancó con una pelota larga de Alba al alemán Julian Gressel, otro de los fichajes del año del Inter, que acabó llegándole a Suárez para que anotara a puerta vacía.
La árbitra brasileña Edina Alves Batista anuló la diana en un primer momento por fuera de juego pero, tras revisar el VAR, decretó que fue el defensa Mohammed Jahfali quien tocó la pelota antes de que le llegara a Suárez.
‘El Pistolero’ acabó así con la sequía goleadora del Inter en pretemporada y celebró su primer tanto desde que se mudó a Miami procedente del Gremio brasileño.
Cuatro minutos después Messi aprovechó un despiste de dos defensores sauditas en el área para anotar el empate pero el gol fue anulado por fuera de juego en un pase anterior del argentino a Suárez.
El Al-Hilal amplió su ventaja con un cabezazo del menudo Michael, que se anticipó a una mala salida de Callender, pero tras el descanso el Inter remontó con dos goles en cuestión de segundos.
Messi inauguró su casillero del año al enviar a la escuadra un penalti cometido sobre David Ruiz, también señalado a instancias del VAR.
Y el propio Ruiz, de 19 años, empató a continuación con un fabuloso gol en el que recortó a dos zagueros y lanzó un trallazo al primer palo.
El ‘Tata’ sustituyó a Suárez en el minuto 75 pero Messi aguantó en el césped otros 13 minutos más en busca del primer triunfo del año para el Inter.
Desde el banco, el argentino vio segundos después como el Al-Hilal anotaba el tanto de la victoria en un fulminante contragolpe definido por Malcom con un cabezazo picado que se le escapó de las manos a Callender.
AFP