La actividad física desempeña un papel fundamental al ayudar a prevenir y controlar enfermedades, reducir los síntomas asociados con la depresión y la ansiedad, favorecer el desempeño cognitivo y asegurar el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por Infobae
De la misma forma, juega un rol importante al contribuir en la buena función pulmonar, de acuerdo con diversas investigaciones recientes. Un estudio publicado por International Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease concluyó que las terapias de rehabilitación pulmonar que incorporan el ejercicio físico han demostrado ser efectivas para mitigar los síntomas de diversas enfermedades respiratorias crónicas, potenciar la función cardiovascular y muscular, aumentar la capacidad para realizar actividad física y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Entre los ejercicios más utilizados se encuentran el aeróbico de intensidad moderada, el entrenamiento de fuerza y el entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT). Además, se están incorporando progresivamente otras modalidades como el tai chi, yoga, ejercicios acuáticos y el entrenamiento con vibraciones.
A pesar de que no todos los pacientes reaccionan de la misma manera a estos programas, las guías actuales señalan que la mayoría de los pacientes con enfermedades respiratorias estables pueden obtener beneficios de la rehabilitación pulmonar.
Sin embargo, los autores mencionan que se necesitan más ensayos clínicos aleatorizados de calidad para evaluar el impacto de estos programas individualizados, especialmente en pacientes con comorbilidades, y para entender mejor los efectos fisiopatológicos del ejercicio en estas enfermedades y explorar opciones alternativas para aquellos con limitaciones para ejercitarse.
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