La mitad de la población mundial celebrará elecciones este año dado que unos treinta países elegirán a sus presidentes, entre ellos Estados Unidos, Rusia, India, Irán, México, El Salvador, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela; y en una veintena se prevén comicios legislativos: sólo en Europa, más de 400 millones de electores de las 27 naciones de la Unión Europea están llamados a sufragar a comienzos de junio para elegir a 720 eurodiputados.
Por infobae.com
Todas estas elecciones se llevarán a cabo en un contexto internacional perturbado por la invasión rusa a Ucrania, la guerra en la Franja de Gaza entre el grupo terrorista Hamas e Israel, y la tensión en el mar Rojo.
En lo que respecta a América Latina, son los comicios en Venezuela los que captan la atención mundial por varios factores, entre los que se destacan la intención de Nicolás Maduro de perpetuarse en el poder y la inhabilitación de su principal oponente, María Corina Machado.
“Venezuela se adentra en un año electoral y el presidente Nicolás Maduro está decidido a no soltar el poder. Sus alianzas criminales, una vez más, jugarán un papel crucial en la supervivencia del régimen chavista”, subraya un detallado informe del think tank InSight Crime, que presentó las 10 dinámicas criminales que marcarán la carrera presidencial en el país caribeño este año.
El reporte subraya que el régimen de Maduro “está cimentado en un sistema de gobernanza híbrida, en el cual redes de crimen organizado reparten rentas ilícitas con funcionarios de alto nivel, al mismo tiempo que ejercen control social y territorial en sus áreas de influencia. A cambio, las estructuras criminales reciben salvoconductos y, en algunos casos, son respaldados por fuerzas del Estado en sus operaciones”.
“La prolongación de Maduro y sus aliados en el poder consolidará aún más este sistema en 2024?, destacó el escrito; al tiempo que recordó que, durante 2023, “el gobierno de turno en Venezuela ejecutó múltiples ‘megaoperaciones’ de mano dura con el objetivo de imponer el orden en medio del fortalecimiento de la delincuencia en el país. En un despliegue altamente propagandístico, las autoridades atacaron prisiones, redes de narcotráfico, bandas urbanas y sindicatos de minería ilegal, entre otros”.
Sin embargo, investigadores, académicos, periodistas y líderes sociales que hablaron con InSight Crime coincidieron en que, aunque el régimen chavista reforzó una narrativa exitosa de las operaciones policiales y militares de gran escala, “estas acciones fueron más un teatro político que un intento real de desestabilizar el crimen organizado en el país. En la práctica, parece que los esfuerzos estatales estuvieron centrados principalmente en perseguir a los grupos criminales adversarios del gobierno y en su regulación de los mercados criminales”, manifestó.
Y siguió: “Mientras tanto, grupos armados híbridos como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) continuaron coordinando y cooperando con elementos del Estado. Extendieron su influencia sobre la minería ilegal en los estados Bolívar y Amazonas, controlaron el envío de toneladas de cocaína hacia el Caribe, y regularon los movimientos migratorios en la frontera, estuvieron detrás de redes de tráfico de personas y administraron el contrabando”.
“Las elecciones presidenciales de 2024 determinarán el futuro de este Estado híbrido que ha concedido diferentes licencias a grupos armados híbridos y actores estatales que coadministran una empresa criminal prolífica”, destacó InSight Crime, que enumeró 10 “dinámicas criminales”.
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